Gracias a la rápida actuación de personas que están en contra de este Festival, pudieron detener al camión no sin antes observar las condiciones en las que los pobres animales viajaban: hacinados, sin espacio apenas para respirar, gimiendo de terror y de dolor en jaulas de alambre.
Desafortunadamente, más del 30% de los perros que viajaban en el camión murieron, entre ellos, muchas perras preñadas, debido a las condiciones higiénicas y sanitarias en las que se encontraban.
El resto de perros, está ahora mismo bajo asistencia veterinaria para poder estabilizarlos y llevarlos a diferentes protectoras con el fin de poder ser adoptados y empezar una nueva vida, lejos de la pesadilla que les esperaba en Yulin.
Los activistas de la zona lo tienen claro: están cansados de que la gente los meta a todos en el mismo saco. La gran mayoría están en contra de que perros y gatos se destinen a consumo humano, y mucho menos, en las condiciones con las que son llevados.
Hay que recordar que en China, el consumo de perros y gatos es totalmente legal. Así que aprovecharon las condiciones poco higiénicas del transporte de estos perros para detenerlo. Una vez personada la policía y comprobar que el conductor no tenía ningún tipo de documentación y certificado de los perros, la policía permitió que los activistas los liberaran y los llevaran a diferentes centros de protección animal.
Con estas grandes acciones quieren demostrar al mundo que luchan por salvar a perros que acabarían siendo alimento para consumo humano con la peor de las muertes.
¿Su objetivo? Acabar de una vez por todas con este festival, que no tiene tradición ninguna y que solo demuestra que todo vale para ganar dinero.