En esos momentos tan delicados hay un aspecto que es necesario tomar en cuenta el coste del procedimiento. La eutanasia para un perro es un procedimiento médico, que se realiza en el consultorio del veterinario y que puede variar de precio según las circunstancias.
Si quieres saber cuánto cuesta sacrificar a un perro, sigue leyendo.
La eutanasia en perros
La eutanasia para un perro se trata de provocarle la muerte al animal sin causarle dolor y para evitarle un sufrimiento posterior. Casi siempre esta decisión se toma cuando el perro está sufriendo, tiene una enfermedad crónica, incurable que va a empeorar o está muy anciano y ha perdido facultades mentales.La condición indispensable para sacrificar al perro es que en el procedimiento no se le cause dolor. El veterinario debe sedar al perro, hasta dormirlo para que esté inconsciente cuando se le administre el fármaco que le producirá la muerte.
Es necesario que se evite también que el perro sienta miedo, es por ello que la eutanasia se realiza de manera tranquila y calmada, de manera que el perro esté cómodo y no se altere.
¿Cuál es el precio de sacrificar a un perro?
El procedimiento de la eutanasia puede variar de acuerdo al tamaño del perro, a las condiciones del animal y a si el procedimiento se lleva a cabo en el consultorio del veterinario o el médico ha tenido que trasladarse hasta el domicilio.Para tener un precio de referencia podemos decir que una eutanasia estándar puede costar unos 50 euros. Esto es por un perro de tamaño mediano y sin incluir los gastos de disposición del cuerpo.
¿Cómo saber si se debe sacrificar un perro?
La decisión de sacrificar a un perro siempre es difícil, y debe estar basada en criterios específicos. Siempre, la eutanasia se practica para evitar el sufrimiento del animal. Veamos los aspectos que hay que tomar en cuenta:Que el perro esté enfermo de una enfermedad incurable y que los estadios finales de la misma ocasionen mucho sufrimiento. Por ejemplo, el caso del cancer en perros, que si está muy avanzado tiene muy pocas probabilidades de sobrevivencia y la etapa final es muy dolorosa para el animal.
Los perros muy ancianos que ya han perdido muchas facultades y no tienen calidad de vida. Un perro de avanzada edad, que esté ciego, sordo y no coordine sus movimientos es un perro que está en un sufrimiento constante. Muchas veces en estas circunstancias, los perros no pueden alimentarse por ellos mismos y no controlan esfínteres.
Cuando el perro ha perdido facultades neurológicas, debido a una enfermedad, tiene un sufrimiento agudo por esa causa y su condición es irreversible o degenerativa.
El perro ha sufrido un accidente y tiene traumatismos avanzados, que no son posibles de curar, el perro sufre dolores y no tiene ni tendrá una vida normal, pero la muerte natural tardará mucho en llegar.
¿Qué es la eutanasia pasiva?
La eutanasia pasiva es cuando se deja de suministrar al perro un tratamiento que lo sostiene con vida, pero que al mismo tiempo alarga su agonía.
Cuando los perros están muy mal con alguna enfermedad, muchas veces el tratamiento ya no los puede recuperar y lo que hace es mantener el sufrimiento, retirándolo se le está provocando la muerte al animal, pero evitándole sufrimiento. Es importante que en esos casos se le administre algún tratamiento para el dolor y cualquier otro que le evite sufrimiento.
¿Cuándo no sacrificar a un perro?
No se debe nunca sacrificar a un perro sano, si un dueño de perro no puede hacerse cargo del animal la solución es darlo en adopción.
No se debe sacrificar a un perro por una enfermedad que tiene cura, aunque no se tengan los recursos para hacerle frente. Si es el caso, es mejor pedir ayuda a fundaciones o entes encargados.
Hay traumatismos que permiten la vida del animal, usando sillas de ruedas o similares. No se debe sacrificar el perro por la fractura de una pata o por lesiones que se pueden resolver.
No se debe sacrificar a un perro anciano si no está sufriendo.
Tampoco se debe sacrificar a un perro porque esté ciego o sordo, ya que ellos viven vidas sin sufrimiento con cualquiera de esas condiciones.
Consejos para practicar la eutanasia a un perro
Siempre se debe contar con la orientación y recomendación de un veterinario. Es necesario que se establezca que la enfermedad o condición del perro es irreversible y produce sufrimiento.
La eutanasia debe realizarla un veterinario, puede ser en la clínica, consultorio o en la casa, pero es un acto médico.
Es importante que el dueño acompañe al perro durante el procedimiento, a menos que esté muy mal emocionalmente. El perro no sabrá qué le pasará, pero sentirá miedo si no ve personas conocidas a su alrededor.
Es conveniente que al perro le administren un tranquilizante antes de la medicación principal, de esa manera estará tranquilo en ese momento.
La despedida es importante, cada miembro de la familia puede despedirse del perro si lo desea, de esa manera se cierra un ciclo emocional que ayudará a sanar las heridas.
La mayoría de las clínicas veterinarias ofrecen un servicio de disposición del cuerpo. También se puede contratar un servicio funerario con velatorio y otros detalles. La decisión de hacer una u otra cosa va a depender de los deseos de la familia.
Muchas personas se niegan a tener otro perro y otras, por el contrario, quieren adoptar otro perro casi de inmediato. Los expertos recomiendan un periodo de duelo, que puede variar de acuerdo a la persona, y luego de este, decidir si se quiere adoptar otro perro.
Como hemos visto, la eutanasia en perros es un tema delicado que tiene muchas aristas y que hay que evaluar en cada momento particular. Lo más importante es que se evite el sufrimiento del perro.
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