Unos días después de que Martina llegó a casa (fue rescatada de una tienda de mascotas inescrupulosa), manifestó una constante molestia en los oídos, se rascaba las orejas con sus patas y se fregaba en la camita, además se le sentía un olor un tanto desagradable. En la consulta el veterinario descubrió que tenía otitis, una inflamación que de no ser tratada a tiempo puede convertirse en un problema grave. Fue necesario aplicar un antibiótico en gotas que se le admnistró tres veces al día durante una semana. El tratamiento surtió efecto y Martina se recuperó.
Anexo algunas pautas útiles para PREVENIR esta afección:
La otitis externa es el trastorno del oído más común, afecta a perros y gatos de todas las edades y razas; sin embargo los perros entre 5 y 8 años y los gatos entre 1 y 2 años son los afectados con más frecuencia.
• Evitar la entrada de jabón, agua, champú o soluciones antiparasitarias externas, colocando un tapón de algodón embebido en vaselina líquida para tapar temporariamente el conducto.
• No limpie internamente el oído mas allá de lo que usted pueda ver.
• Prohibidos los copitos de algodón.
• Revisar frecuentemente los animalitos, ya que cuerpos extraños, trozos de plantas o semillas, parásitos, entre otros, suelen quedar atrapados en la parte profunda del oído produciendo sacudidas violentas y rascados de aparición repentina.
• Revisarlos especialmente en verano, pues la otitis aparece frecuentemente en altas temperaturas y humedad ambiente.
• Consultar oportunamente al veterinario especialmente si se tiene una mascota con antecedentes de otitis cuando debe hacerse un examen otoscópico (cada 4 – 6 meses) para evitar las recaídas.
¿Alguna vez se ha enfermado tu mascota?