Cuando hablamos de esta raza, hablamos de un perro inteligente que sabe medir su fuerza y que nunca agrede para hacer daño. Si un intruso intentara entrar en la casa que guarda, el Bullmastiff sabría reducirle sin tener que morderle. Este ejemplo nos muestra la habilidad de esta raza a la hora de percibir lo que le rodea y su autocontrol.
Además, el Bullmastiff guarda muy buena relación con las personas. Su carácter paciente y resistente hace que sea un gran compañero para los niños. Es más, se convertirá en su guardián. Una de las cosas que hace diferente a la raza es que no es perro de un solo dueño, sigue a la familia por igual. No suele enfadarse y casi nunca ladra. Si lo hace, debemos estar atentos porque algo realmente importante debe estar pasando.
Orígenes
El Bullmastiff es un perro de origen inglés, proviene de un cruce entre Mastiff y Bulldog. Su andadura comenzó en el siglo XIX aunque hasta 1924 no se reconoció a la raza en el Kennel Club. A pesar de ello, hay indicios de que a principios de 1800 ya existían ejemplares muy parecidos en la península ibérica. Eso se debe a ciertos grabados de Goya y otros autores. A estos supuestos antepasados, los españoles les llamaban 'perros de toros' y eran muy apreciados por su valentía.
Desde su aparición se le usó como perro guardián de residencias privadas. Por suerte para los que procedían al allanamiento de morada, el perro les dejaba fuera de combate sin usar los dientes. Su misión es la de disuadir. Incluso en peleas con otros perros, no busca hacer sangre. Además de vigilar la casa, los Bullmastiff cuidaban a los niños cuando los mayores de la casa se iban de caza.
Paciencia y protección
Según David Eduardo García, criador de esta raza, "el Bullmastiff es uno de los mejores y más equilibrados perros que existen". Más aún, nos comenta que son muy tolerantes y que por eso no hay que preocuparse si les dejamos con los más pequeños de la casa. En este sentido, sólo se vuelve agresivo con otros perros y en general con varones. Por lo demás, juegan con los niños a la vez que procuran que no se hagan daño.
El Bullmastiff aporta elegancia y nobleza en sus cuatro patas. Una de sus ventajas es que es muy obediente con todas las personas de la casa. Necesita cariño y afecto para sentirse valorado. Respecto a su actividad, aunque es mejor que viva en una zona con espacio, se adapta fácilmente a la vida en un piso. Es un perro que se entrega a la familia y se sensibiliza mucho con ella.
Se trata de un perro grande y bonachón. No necesita unos cuidados muy especiales. Basta con llevarle al veterinario dos veces al año, que se le cepille 3 veces a la semana y alimentarle bien. Hay que tener cuidado con el pH si decidimos bañarle, el champú debe ser neutro. Su pelo corto no requiere muchas atenciones. La conclusión es que si cuidamos de él, él cuidará de nosotros.
Imágenes: Wikipedia.org, Claudia Roisentul/argosgyc.com.ar
Fuente: David Eduardo García/Lamacarena.dogs.webs.com, GBC Argos(argosgyc.com.ar), Wikipedia.org
Agradecimientos: David Eduardo García/Lamacarena.dogs.webs.com, GBC Argos(argosgyc.com.ar)