Para poder diagnosticar esta enfermedad se debe realizar una radiografía, un examen físico y una prueba de sangre. Pero para confirmar que realmente sufre de cáncer, se debe llevar a cabo una biopsia, esto es, la extracción de una muestra parcial de tejido. Con esto se asegura también el grado de severidad de la dolencia.
Esta enfermedad es el motivo del fallecimiento de poco menos de la mitad de los animales con más de 10 años de vida. Lo malo del cáncer, al margen de padecer la enfermedad, es que no se conocen las causas de su aparición. Por ello, lo único que se puede hacer es detectarla rápido y tratarla lo antes posible. De esta manera hay muchas más posibilidades de que el animal se cure.
¿Conocéis algún animal que sufra de esta dolencia?