Cualquier perro puede infectarse con parásitos intestinales. Los gusanos representan un gran peligro para la mascota y su dueño, pero a menudo es posible establecer su presencia en el cuerpo del animal solo con un estudio en profundidad en condiciones de laboratorio. Es mucho más fácil evitar que aparezcan en el perro.
Habitat de los paracitos
Los gusanos (helmintos) son el nombre general de los parásitos de animales, humanos y plantas que causan las llamadas helmintiasis. Estos gusanos viven no solo en el tracto gastrointestinal (GIT), hay especies que viven en los pulmones, la cavidad nasal, el hígado, los riñones, el corazón, etc.
Debido a una geografía de asentamiento tan amplia, los gusanos pueden causar una amplia gama de síntomas, a menudo inespecíficos, de modo que es imposible determinar con precisión el origen de la enfermedad. Los síntomas comunes incluyen diarrea, sangre o moco en las heces, vómitos, picazón y ansiedad, disminución del ejercicio, pérdida de peso y cambios en las condiciones de la piel y el pelaje. Si aparece al menos uno de estos síntomas, debe comunicarse de inmediato con su veterinario.
Tratamiento de gusanos en perros
Se han desarrollado regímenes de tratamiento individuales para cada grupo de parásitos. Además, en cada caso, se ajustan a las características del paciente. Para los mismos helmintos, el médico prescribirá diferentes regímenes de tratamiento para una perra preñada, un perro adulto o una mascota con insuficiencia renal.
Si se encuentra helminto en las heces o en el vómito, debe colocarse en un frasco y llevarse a una cita con un veterinario. Además, el especialista debe mostrar a su mascota. Si es posible, determinará el tipo de parásito y podrá seleccionar el medicamento con mayor precisión.
Sin embargo, en muchos casos, incluso el análisis de las heces no puede confirmar la presencia de parásitos en el cuerpo. Sin embargo, el animal puede sufrir helmintiasis. En cualquier caso, la mascota debe ser llevada inmediatamente a la clínica ante la menor sospecha de infección.
Prevención de los gusanos en perros
La única forma segura de proteger al perro y a las personas en contacto con él de la infección por gusanos es la desparasitación preventiva.
Como regla general, los veterinarios recomiendan tratar a las mascotas con preparaciones complejas especiales una vez cada 3 meses. Sin embargo, existen recomendaciones muy diferentes del algoritmo clásico para cachorros, animales preñados y enfermos, así como para perros criados en regiones donde existe la posibilidad de propagación de especies peligrosas de helmintos. Por consiguiente, la frecuencia de tratamientos generalmente aceptada no es adecuada para un animal con infección por gusanos manifestada clínicamente.
La forma más eficaz de prevención es la elaboración de un esquema de tratamiento individual para una mascota por parte de un veterinario tratante.
Importante: ¿Como saber si tu perro esta enfermo?