Este gato es conocido en Oriente desde hace más de 1.000 años. El Angora turco ya fue descrito por los romanos. Octavio Augusto, primer emperador de Roma, describió a su gata blanca con ojos de oro como “delicada y refinada. Noble e independiente de espíritu".
En sus orígenes los dueños de esta raza de gatos eran los ricos comerciantes que los veían como un símbolo de pureza, refinamiento y riqueza. El Angora turco fue el primer gato de pelo largo que llegó a Europa.
El nombre de este gato proviene del nombre antiguo de la capital de Turquía (actualmente Ankara). Su nombre se dio a todos los animales “angoras”, es decir, de pelo medio largo. Existen por ejemplo conejos de Angora.
En el siglo XVII (alrededor del 1620) el explorador italiano Pietro Della Valle, intrigado por esta raza, fue el primero en describirlo. El naturalista francés Fabri llevó algunos ejemplares de Turquía a Francia y fue el primer criador de la raza en Europa.
Desde su llegada a Europa esta raza fue muy apreciada por la aristocracia europea y en particular por la aristocracia francesa y su corte de Versalles. Richelieu tenía catorce gatos. Los reyes Luis XIII y Luis XVI también tenían ejemplares de esta raza ya que estaban considerados como un artículo de lujo. María Antonieta tenía igualmente varios y los envió a Estados Unidos antes de ser arrestada. Así pues la raza llegó al Nuevo Mundo y fue ésta quien dio nacimiento al Maine Coon.
En Inglaterra también fue un gato muy popular. En el siglo XIX, asociado con la raza British, se creó la raza Persa. El Angora fue quien le trasmitió el gen de pelo largo a esta popular raza. Pero por desgracia, el Angora turco no tuvo el mismo éxito que éste último. La raza se fue perdiendo e incluso estuvo amenazada con la extinción después de la Segunda Guerra Mundial.
Los turcos viendo que podía perderse una raza tan valiosa para su historia reaccionaron y decidieron protegerlos. Varios ejemplares fueron acogidos en el Zoo de Ankara. Actualmente siguen siendo gatos protegidos.
En la década de los 70 esta raza experimentó un nuevo auge. En 1973 la Cat Fancier Association (CLS) reconoció la raza, mientras que la Federación Felina Internacional lo hizo en 1988.
Aunque esta raza sea poco popular, los Angora son unos gatos muy importantes en la historia felina por la influencia que han tenido en otras muchas razas que finalmente han gozado de más notoriedad. La raza Angora Turco es el origen de muchas otras razas actuales de pelo largo y pelo medio como el Noruego, el Siberiano, el Maine Coon o incluso el Persa.
Quiero destacar para terminar que el Angora Turco es una raza que no fue creada por el hombre, aunque sí intervino en ella para mejorar sus características. Pero ésta es una raza natural.
Carácter
El carácter de la raza Angora Turco se caracteriza por el gran afecto que demuestran estos gatos hacia sus amos y hacia su familia. Son animales que tienden a ser extremadamente cariñosos y no solo dan cariño, sino que también los exigen de sus seres queridos.
Por su forma de ser con los humanos puede adaptarse muy bien a la vida en familia. Los espacios para él no son muy importantes, ya que se adecua muy bien a grandes o a pequeños hogares.
Así mismo es un animal de comportamientos muy inteligentes. Por eso se recomienda desde pequeños iniciar una buena educación. Son de naturaleza educada, tranquilos y sobre todo se prestan para la enseñanza y obedecen con facilidad las órdenes que se les dan.
A pesar de que decimos que es un gato de carácter tranquilo, no podemos decir que no sea activo. En realidad es un gato muy curioso, sociable, juguetón y al que le encanta realizar expediciones por la casa y por sitios que son de difícil acceso para las personas.
De igual forma se puede decir que este gato demuestra una gran fidelidad hacia los suyos, llegando a sentir un apego casi exagerado por su amo. Por su carácter forman lazos muy fuertes con sus amos, por lo que se dice que son gatos de un solo dueño.
También son gatos con mucha determinación o cabezotas en cuanto a sus ideas. Por eso en el momento en que a un Angora se le ocurre algo lo mejor es hacer o dejarle hacer lo que desea. Claro está, siempre y cuando no suponga un problema para nosotros. Los comportamientos que no queramos hay que cortarlos desde pequeños.
Les gustan muchos los juegos y se recomienda jugar con ellos usando objetos que puedan perseguir. No es aconsejable jugar con los Angora Turco teniendo contacto directo ya que pueden ser un poco bruscos, sobre todo con sus garras, y de forma inesperada y no intencional causar daño.
Debido a su carácter enérgico se debe controlar bien toda esa energía para que no se conviertan en gatos dañinos o traviesos.
A pesar de ser gatos muy cariñosos, solo aceptan abrazos de corta duración. Si el abrazo se extiende por mucho tiempo se sienten incomodos y buscan liberarse.
Algunos ejemplares de esta raza gozan en el agua y son muy buenos nadadores. Pero recuerda que hemos dicho “algunos ejemplares”, no todos.
Dentro de los rasgos más fuertes del carácter de esta raza se encuentra su gran capacidad de comunicarse. La raza Angora se comunica de forma muy efectiva a través de sus maullidos. Es en general un gato muy parlanchín, comunicativo y expresivo.
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