El Parque del Buen Retiro de Madrid acogió el pasado fin de semana la cuarta edición del Salón para la Adopción de Animales de Compañía, un evento organizado por la Comunidad de Madrid que intenta contagiar a los ciudadanos la necesidad de adoptar un animal de compañía de forma responsable.En total han sido siete las protectoras que han estado presentes en esta cita, junto con aquellas que gestiona la propia Comunidad y el Ayuntamiento.
Lejos de convertirse en una cita puramente informativa, el Salón ha pretendido acercar a los ciudadanos el mundo de la adopción desde dos puntos de vista: por un lado, el de los animales que llegan a los centros, con unas historias a sus espaldas realmente inhumanas, y por otro, el de la responsabilidad que implica la adopción de una mascota, una decisión que debe ser bien meditada si no queremos que termine en un nuevo caso de abandono.
Una cita de éxito
Durante los tres días que ha durado la Feria, más de 1.000 personas se han acercado al Parque del Retiro para conocer más de cerca la historia de cada uno de estos perros. La organización situó a un lado del recorrido un buen número de carpas dedicadas, exclusivamente, a albergar a los perros de las protectoras.De este modo, la gente podía verles de cerca, acariciarles y jugar con ellos. En todo momento, los animales se mostraron amables con el público y con el resto de perros que les acompañaban, una muestra del buen trabajo de las protectoras en su sociabilización.
Los perros que no tenían cabida en este espacio estaban presentes de forma virtual a través de unos terminales electrónicos instalados por la Comunidad, en los que cualquier ciudadano podía consultar fotos e información sobre los animales que acogen todas las protectoras del Salón. Los niños también han sido protagonistas activos durante estos días, y no han sido pocas las actividades de las que han podido disfrutar: juegos con pintura, talleres de maquillaje, caretas de animales, actuaciones de mimos y un sinfín más de propuestas que animaban el día.
Las protectoras hablan
Las distintas asociaciones allí presentes llevaron a multitud de voluntarios que estaban dispuestos, en todo momento, a facilitar información sobre cualquier animal. Raquel, portavoz de La Voz Animal, comentaba que ya llevaban "tres perros y tres gatos adoptados a lo largo del día", y esperaban mejorar las cifras de la pasada edición, que terminó con "once perros y tres gatos con un nuevo dueño".
Por su parte Mari Luz, colaboradora de la Fundación el Arca de Noé, aseguraba que "ya es la cuarta edición en la que participamos". De todas, dice que "la mejor fue la primera, el resto han ido a menos. A ver si en ésta se produce el 'boom', aunque ahora mismo el tema de las adopciones va un poco al ralentí".
Lo cierto es que las protectoras se quejan de que son muchos los que preguntan y piden información, pero pocos los que finalmente dan el paso. "De momento se ha interesado mucha gente, pero sólo llevamos una adopción, la de Sophie", comenta Barbin, una voluntaria de APAP Alcalá, mientras sostiene a esta afortunada perrita.
La excusa es muy sencilla: la mayoría piensa que un perro adulto ya está educado y, por lo tanto, prefieren un cachorro para enseñarle desde pequeño. Pero, lejos de esta realidad, lo que muchos no saben es que "para una casa siempre es mejor un adulto, ya que te ahorras la destrucción típica que genera un cachorro", añade Barbin.
Historias conmovedoras
Si por algo ha destacado este IV Salón para la Adopción de Animales de Compañía es por las historias que allí nos han contado. Aprovechando una carpa de mayor tamaño instalada por la Comunidad de Madrid, a lo largo de los tres días hemos podido conocer de cerca el pasado de cada uno de los animales que allí estaban para ser adoptados. Y quién mejor que los propios voluntarios de las distintas asociaciones para conocer, de primera mano, la historia de estos luchadores.
Por desgracia, muchos de estos animales no saben, aún, lo que es tener un dueño que les quiera y les respete. David, voluntario de APAP Alcalá, aprovecha un descanso para contarnos la historia de 'Tati': "la encontramos en el campo hace tres años, estaba abandonada y creemos que ha vivido así toda su vida. No ha tenido nunca un dueño, se ha criado con nosotros. Tiene un problema y es que es epiléptica, pero con la medicación vive muy bien".
Historias como éstas son las que mueven a mucha gente a adoptar un animal. Con una cifra de abandonos nacional que crece año tras año, eventos como éste son siempre bien recibidos por parte de las protectoras, que los ven como un excelente escaparate donde dar a conocer todos los animales que, hoy por hoy, siguen sin disfrutar de la calidez de un hogar.