En esta ocasión, y a pesar de la crisis que tanto nos aprieta, la feria ha terminado con unas cifras realmente positivas. Durante los tres días de duración, miles de personas visitaron las carpas de todas y cada una de las protectoras allí presentes, entre las que se encuentran SPAP, APAP-Alcalá, ALBA, ANAA, PROA, Fundación El Arca de Noé y La Voz Animal, además de los centros para animales gestionados por el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad. El buen hacer de los allí presentes hizo que 337 animales salieran con peticiones de adopción, una cifra que establece un récord en los cinco años de historia de este salón.
Buena organización
Siguiendo con el planning de años anteriores, el V Salón para la Adopción Animal volvió a programar un fin de semana completo centrado en actividades que animasen a los visitantes a preguntar por los perros y gatos allí presentes. De este modo, los asistentes pudieron disfrutar de la pasarela "Historias con nombre propio" en la que los voluntarios de las distintas protectoras narraban al público la historia de alguno de sus perros, algunas de ellas muy duras.Los organizadores no se olvidaron tampoco de los más pequeños, que se lo pasaron en grande con la actuación de un guiñol protagonizado por sus mejores amigos, en el que se les hacía ver la importancia de no abandonar nunca a un animal. Para Cecilia, una de las voluntarias de PROA, "el año pasado también estuvo muy bien organizado, pero en esta edición le han dado un poco más de bombo", y nos recuerda que ya desde el viernes, el primer día, "se veía a más gente andando por aquí". A pesar de la buena afluencia de público, Cecilia no quería hacerse ilusiones hasta el término de la feria, ya que, a pesar de que son muchos los que se acercan a preguntar, "no todo el mundo se moja al final".
Sara, también de PROA, coincidía con su compañera a la hora de hablar del buen funcionamiento de la feria. "En lo que llevamos de mañana tenemos varios interesados en una de las perras que hemos traído, y estamos viendo si finalmente alguien la adopta", comenta la voluntaria. Al preguntarle sobre el problema de la crisis y la posible disminución de adopciones, Sara afirma que "si una pareja o una familia tienen un trabajo estable y vienen por aquí con la intención de adoptar, les dará igual el tema de la crisis, aunque lógicamente si alguien ha perdido su trabajo, le resultará imposible plantearse la adopción".
Por su parte, desde la protectora Alba recuerdan que del total de reservas que se realizan durante la feria, cerca de la mitad no terminan en adopción. " El año pasado fue muy bien, quedaron reservados unos 25 ó 30 animales, y después de las entrevistas en el albergue, se adoptaron unos 15 perros". Y es que una de sus voluntarias deja claro que antes de entregar el animal a una familia "miramos a los adoptantes con lupa; lo importante es que sepamos que el animal estará bien en ese hogar".
Historias duras pero esperanzadoras
Cuando uno escucha la historia de la mayor parte de los perros presentes en este último Salón para la Adopción Animal, tiene que contener las lágrimas. Muchos de los asistentes se quedaban conmocionados al conocer la vida de muchos de estos animales, que han conocido la peor cara del ser humano. 'Luna', una preciosa mestiza de color canela, salió una tarde al parque junto a sus dueños para disfrutar de su rutinario paseo. Lo que no sabía 'Luna' es que su familia, con quien había compartido miles de anécdotas, iba a dejarla tirada en ese parque: se subieron al coche y la dejaron en la acera. La pobre fue atacada con piedras por un grupo de gamberros hasta que fue recogida por el CIAAM (Centro Integral de Acogida de Animales de la Comunidad).'Bella' es una perrita con apenas año y medio de vida que se siente muy sola. Fue recogida por la gente de ALBA en el arcén de una carretera, muerta de frío y de hambre. Tuvo la suerte de encontrar un adoptante al poco tiempo de llegar al refugio, pero regresó unos meses más tarde ya que su dueña no podía quedarse con ella por asuntos familiares.
'Ron' tampoco conoce lo que es el calor de un hogar: entró en un albergue municipal cuando era un cachorro, lleno de parásitos y deshidratado. Aquí sufrió el ataque de otros perros de mayor tamaño, hasta que llegó a ALBA y pudo encontrar un poco de tranquilidad. 'Brown' también tiene derecho a sentir recelo del ser humano. Este mestizo negro de Golden Retriever se pasó varios días atado a un árbol dejado a su suerte. Por fortuna alguien le encontró y fue recogido por el CIAAM.
Estas historias son sólo una pequeña muestra de lo mal que pueden llegar a pasarlo estos animales, que sólo esperan una oportunidad para demostrar el amor que pueden dar a una familia.