En los últimos meses han saltado a los medios de comunicación algunas noticias acerca de la retirada del mercado de productos de pienso preparado para animales domésticos, por su supuesta toxicidad.
Esto ha hecho que, en Estados Unidos, se disparen las ventas de libros sobre la Dieta Barf, e que incluso algunas revistas de mascotas hayan empezado a publicar un recetario alternativo a la alimentación balanceada.
Los partidarios de la Dieta Barf, defienden la vuelta a los orígenes del animal de compañía, es decir, alimentarle del mismo modo que él lo haría si viviera en libertad.
Para llevar esta idea a cabo, la primera premisa es pensar que tanto el gato como el perro son animales carnívoros, por lo que deberán basar su alimentación en carne cruda.
Las ventajas de la alimentación cruda
Para Euclides Flores, especialista en nutrición, "la gran ventaja de esta alimentación es que reducimos la incidencia de enfermedades como las alergias, las dermatitis, el mal aliento, la diabetes, los problemas intestinales y se reduce el riesgo de artritis".
Desde su punto de vista, un animal alimentado a base de huesos crudos tiene un sistema inmunológico más fuerte, por lo que crece más sano.
En cuanto al aspecto exterior, el experto afirma que el manto del animal mejora notablemente, los dientes se mantienen más limpios, puesto que se lavan de un modo natural, y beben mucha menos agua.
Una de las características más curiosas que pone de relieve Euclides Flores, es el control del peso del animal, lo que ayuda al buen funcionamiento del hígado, el corazón y el tiroides.
Una alimentación universal
Los defensores de este tipo de comida natural, argumentan que sirve para todo tipo de animales. En este punto, es muy importante advertir que esta dieta debe ser controlada por un especialista que nos explique los nutrientes necesarios que nuestra mascota necesita, por ejemplo, un gato es básicamente carnívoro, por lo que su aporte proteico debe ser superior al de un perro, que lleva una alimentación de tipo omnívoro.
El menú a base de huesos crudos y verduras también se aconseja para otros animales de compañía como los hurones.
Para comenzar a dársela, sólo tenemos que pasar por el denominado 'período de adaptación' durante el cuál el animal deberá dejar la comida comercial en favor del alimento crudo.
El experto advierte que, durante estos días el animal puede presentar diarrea o problemas digestivos que se acaban cuando la ingesta de huesos crudos queda establecida en su rutina.
El menú de cada día
Cualquier menú estándar debe contar con un aporte de entre el 65% y 75% de carne cruda que puede ser ternera, pollo, pescado, huesos grandes, codornices y cuellos de pavo.
La carne debe ser apta para el consumo humano para asegurarnos de que nuestro animal no contraiga ninguna enfermedad.
Aparte de esto, es muy importante darle un 10% de verduras y frutas crudas todos los días. La dieta debe completarse con yogur para aportarle calcio, huevos (entre tres y cinco unidades semanales), frutos secos y vísceras una vez a la semana.
Esta alimentación que predica la vuelta a los orígenes ha tentado a numerosos dueños de mascotas, que han visto una solución natural al problema de la alimentación.
Mientras, otros especialistas la rechazan de pleno. La clave está en preguntarse hasta qué punto podemos hacer que nuestro animal de compañía vuelva a vivir como un animal salvaje.
Imagen perro con hueso: donjd2 / flickr
Imagen gato comiendo de maceta: jmurawski / flickr
Imagen dos perros con hueso: cogdogblog / flickr
Imagen guepardo comiendo: Tambako the Jaguar / flickr