Todos los animales de compañía necesitan una serie de cuidados con el fin de prevenir la aparición de ciertas enfermedades. Los gatos manifiestan por medio de un catálogo de signos externos determinadas dolencias.
Este pequeño resumen de síntomas te resultará muy útil, ya que podrás detectar con el suficiente tiempo de antelación trastornos que requieren atención veterinaria. Recuerda que es esencial que permanezcas atento a su estado de salud, ya que eres el responsable de su calidad de vida.
Primero.- En primer lugar, habrá que comprobar el color y el brillo de sus ojos. Si están sanos, deben tener brillo natural, no estar tristes. Además, deben estar resplandecientes y claros.
Segundo.- Los gatos tienen un tercer párpado no visible que hace acto de presencia para proteger a un ojo dañado. En este caso, es mala señal y, si viene acompañado de otros síntomas como lagrimeo o cambio de color, hay que ponerse en contacto con el veterinario.
Tercero.- Unas orejas en buen estado deben presentar un color rosa pálido, sin secreciones o restos de cera.
Cuarto.- Si se rasca continuamente las orejas o agita la cabeza con brusquedad, es que le pican, y eso puede conllevar otro tipo de problemas.
Quinto.- El mal aliento en los gatos es consecuencia de una inflamación de las encías o de que ingiere mucho pelo cuando se limpia. Hay que evitarlo cepillándole más a menudo y con más brío.
Sexto.- La nariz debe tener un aspecto rosáceo y sin costras. Si hay estornudos, secreciones o dificultades respiratorias, es necesario acudir a un especialista.