Lenguaje corporal de los gatos
El lenguaje corporal de los gatos cualquiera que haya estado en contacto alguna vez con ellos, habrá podido apreciar que a pesar de su fama de seres poco sociables y solitarios, son en realidad animales muy comunicativos y expresivos. Lo que ocurre en muchas ocasiones es que no somos capaces de interpretar las señales y por tanto, no nos damos cuenta de que nuestro gato nos está hablando. Ya sea con su postura corporal, como por la situación de su cola o sus bigotes, los gatos se comunican de forma constante con nosotros, a través del lenguaje corporal de los gatos.
Empecemos hablando de la cara. Los felinos poseen una musculatura facial muy flexible, por lo que la variedad de sus movimientos y las combinaciones de los mismos hacen que cuenten con una gran cantidad de expresiones.
Lenguaje corporal de los gatos, posición de los bigotes
Nos indica básicamente tres estados de ánimo: hacia los lados y juntos muestran tranquilidad o placer, también pueden señalar que está de buen humor. Cuando los bigotes están juntos pero hacia detrás indican timidez o curiosidad. Por último, si un gato tiene los bigotes hacia delante y separados está mostrando que su estado es de máxima concentración, está prestando toda su atención y posiblemente esté a punto de actuar.
Lenguaje corporal de los gatos, las orejas
También muestran varios estados de ánimo. Cuando un gato tiene las orejas en su posición normal, es decir, levantadas y con las puntas mirando hacia arriba, significa que se encuentra en un estado neutro. En cambio, si las orejas están levantadas pero dirigidas hacia detrás indican un ataque inminente, sobre todo si el gesto va acompañado de un bufido. Si las orejas de un gato están dobladas hacia atrás y hacia los lados indican que está preparado para defenderse o para huir.
Lenguaje corporal de los gatos, las pupilas
De los gatos son asimismo un gran indicador de lo que el animal está sintiendo. Por supuesto están condicionadas a la luz igual que las nuestras, pero independientemente de ello, reaccionan según el estado de ánimo del gato. Se puede observar cuando jugamos con un gato cómo dilata las pupilas al centrar toda su atención en un objeto que movemos. Efectivamente las pupilas dilatadas indican su disposición a la defensa y también sorpresa. En cambio, cuando las pupilas están contraídas, el gato está expresando su tensión y probablemente agresividad.
Otro parte del cuerpo de los gatos que juega un gran papel en el lenguaje corporal es de los gatos es la cola. Según los movimientos que realice con la misma puede expresar distintas emociones. Si está levantada y la mueve de un lado a otro puede indicar desde tranquilidad hasta nerviosismo dependiendo de la velocidad a la que la mueva. Si la mantiene fija hacia arriba es un signo de amistad. Pero si la levanta de repente y comienza a agitarla es un claro signo de ataque. El erizado del pelo también nos indica dos situaciones: si un gato tiene todo el pelo erizado es porque tiene miedo, en cambio, si se le eriza sólo la cola y en el medio del lomo es porque está dispuesto a atacar.
Por último exponemos brevemente las reacciones de dos gatos que se encuentran para poder interpretarlas de forma correcta: el gato que se siente superior tendrá la cabeza levantada mientras que el que se siente inferior la mantendrá baja. Si un gato baja la cabeza y la ladea significa indiferencia, es decir, que no está dispuesto a atacar y cuando la levantan mucho quieren decir que preferirían apartarse y retirarse. En cuanto a su tronco, si lo levantan o lo arquean indican que tienen miedo y están en actitud defensiva, si lo mantienen estirado indican que están preparados para atacar o que están seguros de sí mismos.
Esperamos haber contribuido a que comprendáis mejor el lenguaje corporal de los gatos, los gestos de vuestro gato y que a partir de ahora seáis capaces de distinguir lo que os intenta decir. Aquí tenéis un video donde podréis ver explicada de forma sencilla toda esta teoría:
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