Foto de Kali hecha por Todd Dailey usada con licencia Creative Commons (https://creativecommons.org/licenses/by/2.0/)
Los bigotes de los gatos
Los gatos, a parte de su pelaje, tienen unos bigotes muy sensibles conocidos como vibrisas. Estos bigotes, que actúan como receptores táctiles, se encuentran en las mejillas o en el labio superior, sobre los ojos, en la barbilla y en la parte posterior de las patas delanteras. Las vibrisas pueden diferenciarse a simple vista por ser el doble de gruesos y mucho más largos que los pelos que forman su pelaje.
Pero lo importante no es su apariencia, si no todo lo que se esconde por debajo. Los bigotes de los gatos tienen una base cincho veces más ancha que cualquier otro pelo y se encuentran insertados a una profundidad tres veces superior en la dermis con múltiples terminaciones nerviosas.
Para qué le sirve esto a un gato?
La pregunta casi tendría que ser al revés, para qué no le sirve esto a un gato. Pues utilizan sus bigotes como sensores con los que son capaces de captar la temperatura, les permiten evitar tropiezos, les ayuda a posicionarse en una caídas y son capaces de detectar el menor movimiento y cambio en su entorno. Es más, hay quien cree que, cuando la luz es tenue, se fían más de sus bigotes que de su vista.
Quién no ha oído nunca aquello de que por donde pasa la cabeza de un gato pasa el resto del cuerpo? Pues esto es gracias a los bigotes pues superan el ancho y la altura del cuerpo del gato, coa que le permite medir la amplitud de un agujero. Además, si hay algún objeto potencialmente peligroso que va hacia sus ojos antes tocará en una de las vibrisas y podrá cerrar el ojo a tiempo.
Además, al igual que pasa con su cola, también les sirven para comunicarse. Un gato intranquilo tendrá los bigotes en abanico, si está enfadado estarán dirigidos hacia adelante, en caso de que esté asustado los tendrá pegados a sus mejillas y si está amigable los tendrá enderezados.
Y qué pasa si se le cortan los bigotes?
Visto lo visto es fácil entender que las vibrisas son muy importantes para los gatos. Por eso mismo se deja al gato desprotegido pues tendrán dificultades para moverse sin tropezarse y se sentirán muy desorientados hasta que les vuelvan a crecer. Incluso pueden llegar a lastimarse los ojos al no reaccionar a tiempo.
Uno de los componentes de Gato Vago cortó, por accidente, los bigotes a un gato que tuvo y resulta que el pobre minino se pasó una temporada trastabillando y dándose golpes.
Si queréis saber más sobre los bigotes de los gatos os dejamos un enlace a un documento elaborado por Angela Prieto Gil que da una visión más amplia.
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