Los galápagos son las más grandes que existen, y pertenecen al complejo de especies de nombre científico es Geochelone Nigra. Pueden llegar a pesar hasta 400 kilos y llevan en el mundo alrededor de los 170 años.
Antiguamente, se podrían encontrar a los galápagos en casi todos los continentes, excepto en Australia y en la Antártida, aunque actualmente se han ido extinguiendo y donde más ejemplares hay es en América del sur. Hay reconocidas unas 15 subespecies diferentes, cada una con las características propias de la isla en la que habitan.
Los galápagos se distinguen de todos los demás vertebrados por el caparazón, que protege sus cuerpos. Según las condiciones en las que habiten, su caparazón tendrá determinadas características. Las que viven en ambientes húmedos tienen el caparazón con forma redondeada, las que viven en habitat desérticos tienen el caparazón con forma de silla de montar y el tercer tipo es una mezcla de las dos características anteriores.
El medio donde habitan es el acuático y el terrestre. Suele situarse cercanas a las costas, sobre suelos cálidos y secos o regiones volcánicas montañosas con variada vegetación. Son animales herbívoros que se alimentan de hojas de arbustos, frutas y diversa vegetación que va encontrando en el lugar donde vive. En la época de reproducción pueden llegar a poner entre 2 y 20 huevos, que la hembra depositará en un agujero hecho con sus patas traseras. De todos esos huevos sólo sobreviven unos 10. Suelen ser animales muy curiosos a los que les gusta desplazarse para explorar nuevos territorios, aunque también hay algunos ejemplares que son bastante sedentarios. Durante las horas de mucho calor suelen resguardarse debajo de los árboles o en el agua. Son animales muy tímidos e inofensivos, aunque si ellas notas que vas a cogerlas pueden intentar morderte.
Imágenes/Flickr: Derek Keats, Photos by blperk.
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