Todos los cambios son buenos, aunque no para los gatos. Mudar a tu gato puede convertirse en una situación estresante para un minino, debido a que su especie es muy territorial y se aferra fácilmente al olor, forma y hasta la luz de su hogar.
El secreto para mudar a tu gato se encuentra en conocer algunos trucos, como colocar al animalito, el día de la mudanza, en un cuarto silencioso, aislado de golpes y ruidos. Al llegar a la nueva casa, el gato también debe ser trasladado de forma inmediata a otro espacio solitario con comida, agua, caja de arena y su cama sin lavar para que se sienta familiarizado con el olor.
Una vez que terminaste de mudar a tu gato y la casa se encuentre más o menos lista, el gato puede salir a explorar el interior de su nueva morada. Si no está castrado, hay más posibilidades de que quiera abandonar la casa. Por eso, es importante que llegue a la madurez esterilizado para prevenir ciertas conductas.
De noche, mantener las puertas y ventanas bien cerradas, no estará de más demostrarle cariño y mantener las mismas rutinas para que se sienta cada vez más integrado en su nueva casa.
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Imagen/Flickr: Michel Filion.