Entre los principales tipos de parásitos internos en gatos podemos hablar de:
Áscaris: son gusanos redondos que se contagian por ingestión de huevos. Estos parásitos internos en gatos se multiplican en el intestino y van formando una especie de ovillos que destruyen el hígado y los pulmones.
Anquilostomas: están formados por una cabeza y numerosos segmentos. No se propagan de un gato a otro, sino que necesitan de un intermediario, por lo tanto, las pulgas juegan un papel fundamental.
Coccidios: se contagian a partir del contacto de un gato con los huevos del parásito, que están presentes en las heces de un animal enfermo.
Tricomoniasis: esta parasitología provoca un cuadro diarreico que afecta al intestino grueso de los gatos que puede tener una especie de moco o sangre.
Giardiasis: afecta tanto al intestino delgado como al intestino grueso. Se contagia por heces que están contagiadas o por nutrientes o agua contaminados.
Como siempre, lo primero que debemos hacer cuando detectemos algún tipo de anomalía en nuestra mascota es acudir a un veterinario, para que ponga en tratamiento al animal y así poder evitar este tipo de enfermedades que incluso pueden acabar con nuestras vidas.
¿Vuestro gato ha tenido alguno de estos parásitos? ¿Ha habido solución para paliar su enfermedad?