¿Cómo pueden ofertar estos precios?
Estos cachorros provienen de granjas de perros. En estas granjas se hacinan hembras en jaulas, en condiciones insalubres, donde ni sus mínimas necesidades vitales están cubiertas, donde no hay controles veterinarios, y de donde no salen jamás. Los cruces tienen un alto grado de endogamia. Las hembras parirán camada tras camada hasta que no puedan más. Con un poco de suerte morirán a los 4 años poniendo fin a una vida de sufrimiento.
Los cachorros provenientes de este infierno se venden por kilo de carne, es decir, en lugar de 30 carlinos, compran 30 kilos de carlino. Se envían en furgones sin aire acondicionado, viajan miles de kilómetros sin recibir ninguna asistencia, sin agua ni comida. Los que sobrevivan al viaje, pasarán a la urna de una tienda hasta ser vendidos.
¿Qué ocurre cuando nacen en estas condiciones, se separan tan pronto de su madre y de la camada y acaban en la vitrina de una tienda a la espera de su compra?
En primer lugar las condiciones medioambientales en las que se desarrolla la monta y el parto y las primeras semanas de vida son determinantes para la buena estabilidad mental de la camada.
- Si la madre se encuentra en una situación de estrés, podrá tener perros hiperactivos que en un futuro podrán desarrollar diversos problemas como timidez, fobias, miedos o alta reactividad ante estímulos.
- Al separarlos de forma tan temprana de la madre (son separados con menos de 8 semanas) podrán aparecer problemas físicos relacionados con un sistema inmunológico mal desarrollado: suelen ser portadores de graves enfermedades como el moquillo, parvovirus, parásitos intestinales… Muchas de estas enfermedades son mortales y, además, pueden resultar muy contagiosas para los demás animales.
Al crecer los problemas seguirán apareciendo
Aproximadamente a los seis meses (aunque en mi vida profesional he visto cachorros que con cuatro meses ya presentaban estos síntomas), nos daremos cuenta de que no se comportan como esperábamos. Algo no marcha bien. Algunos de estos síntomas son:
- Tirarse al suelo cuando intentamos acariciarle por determinadas parte de su cuerpo, incluso intentar marcarnos la mano con la boca. Esto es debido a que al carecer de los cuidados de su madre (transporte, acicalado, yacer junto con sus hermanos, juegos…) no toleran el contacto físico.
- Mostrar miedos en el exterior, caminando de forma retraída o bien ladrando a todo lo que se acerca o en un continuo estado de alerta . Como consecuencia de esto, tiran de forma intensa de la correa.
- Reducción de su capacidad de adaptación. Cuando un estímulo nuevo aparece (una persona u otro perro) los cachorros pueden o bien retraerse o bien invadir el espacio del otro individuo de forma brusca y abusiva.
- Jugar de forma altamente reactiva con otros perros.
- Dificultad para controlar la fuerza de sus mandíbulas.
- La posibilidad de generar ansiedad por separación o soledad es elevadísima. No depende de lo que hagamos, no se adaptan a quedarse solos (aun enseñándoles) ya que el vínculo de apego no se ha formado o es inseguro. Por esa razón también se pueden ir con cualquier persona que les llame.
- No presentan el carácter típico de la raza y morfológicamente presentan muchas diferencias con el canon establecido.
- Hiperactividad.
- Problemas a la hora de aprender ejercicios y trastorno de déficit de atención.
Y podríamos seguir…
La mayoría de estos problemas se deben a que en los cachorros no se ha generado vínculo de apego. La madre no les ha dado seguridad a la hora de explorar el medio y ellos no van a poder copiar de ella conductas tan simples como limpiarse; no van a jugar con sus hermanos que son los que les enseñan a controlar la mordida, a dejarse empujar, a dormir en montón juntos, a ser sociables, en definitiva, nadie les muestra cómo relacionarse con el entorno.
Si añadimos la separación traumática, el largo viaje y luego su exposición en una jaula de cristal, tendremos un cúmulo de elementos complicados de abordar.
¿Hay alguna esperanza de recuperación de estos problemas?
En casi todos los casos los propietarios se dan cuenta de que han comprado un perro muy barato pero que les va a salir muy caro, sobre todo por el dolor y la impotencia que van a sentir al verle sufrir. Es muy doloroso tener un cachorrito en casa y ver cómo se muere a las pocas horas o como empieza a “hacer cosas raras” cuando crece o cómo manifiesta que es portador de alguna enfermedad o discapacidad genética. Lo que era una ilusión se ha transformado en una pesadilla.
Por desgracia en muchos casos poco podremos hacer. Pero si estamos dispuestos a realizar un trabajo muy arduo con el asesoramiento de un educador canino especializado, podremos ayudarle a evitar tanto sufrimiento y podremos conseguir que su convivencia con nosotros y el medio sea aceptable.
¿Cómo elegir un perro entonces?
Cuando decidimos compartir la vida con un perro podemos optar por la adopción, una opción muy recomendable. Las protectoras nos asesorarán sobre perros y nos ayudarán a encontrar a un compañero que pueda viva feliz con nosotros.
Pero si nos decidimos a comprar, hagámoslo con responsabilidad, en un criador serio, en el que veamos tanto a los padres como a la camada, con la posibilidad de elegir nosotros al cachorro y de estudiar su comportamiento.
Ya tenemos datos suficientes para abordar la adquisición de nuestro futuro compañero para que disfrutemos de su vida con alegría.
No compres cachorros low cost y ayudarás a erradicar un negocio tan poco ético.
Por Ana Barbé, Directora del centro canino Educando Perros
www.educandoperros.com - contacto@educandoperros.com - 649892292
Página de Educando Perros en Facebook
Bibliografía:
- Puppy problems, no problem! Brenda Aloff
- Agression in dogs Brenda Aloff
- Aprendizaje y motivacion animal. Roger M. Tarpy
- Genetics and the social Behavior of the dog. John Paul Scott y John L.Fuller.