Cabe recordar que la polémica "fiesta" celebrada en la localidad de Tordesillas generaba numerosos disturbios entre los partidarios del festejo y los miles de miembros de grupos animalistas que se congregaban año tras año en el municipio para tratar de impedir la celebración de esta salvaje tradición. Finalmente, la presión de la calle ha podido con el gobierno castellano-leonés, presidido por el Partido Popular.
Celebramos la decisión y esperamos que poco a poco se vayan tomando medidas similares para erradicar el maltrato hacia los animales en España.