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Imagen de Rompe-suelas, el toro que matarán el el Toro de la Vega de la
localidad vallisoletana de Tordesillas, (Ayuntamiento de Tordesillas)
Luis Guillermo López Olea, representante de Herederos del Conde de la Corte, ganadería a la que pertenece el Toro de la Vega de este año, ha declarado que a la hora de llegar a un acuerdo con los organizadores no ha tenido en cuenta la polémica que cada año rodea este festejo y ha añadido que "cada uno es libre de pensar lo que quiera".
El tradicional Torneo del Toro de la Vega, que se celebrará el 15 de septiembre, consiste en la suelta de un toro por las calles de Tordesillas (Valladolid) por un recorrido urbano que le lleva a cruzar el puente medieval sobre el Duero hasta llegar al denominado "Campo de Honor", donde los participantes, tanto a caballo como a pie, podrán comenzar a lancearlo.
Este festejo motiva cada año el enfrentamiento entre los partidarios de esta tradición y los detractores que denuncian el maltrato animal, lo que desembocó el pasado año en duros enfrentamientos entre ambos grupos.
Según el ganadero López Olea, como en cualquier otra actividad económica que realiza, los organizadores se ponen en contacto con la ganadería para saber qué toros están a la venta y elegir el que les pueda interesar, que en esta ocasión ha sido "Rompe-suelas", de 640 kilos.
"Cada uno es libre de pensar lo que quiera y mi obligación es vender toros y el que llegue a un acuerdo conmigo se lo lleva y punto", ha dicho López Olea, que añade que "evidentemente hay cosas que me gustan más y otras menos, como a todos, pero es una actividad económica como cualquier otra".
Ha explicado que los organizadores de este evento han buscado un toro con presencia y "Rompe-suelas" la tiene "e impresiona" y ha añadido que los 640 kilos actuales pueden incrementarse en 20 o 30 kilos de aquí al 15 de septiembre, que es cuando se celebra el festejo.
El ganadero reconoce que no ha presenciado nunca en vivo el Toro de la Vega, aunque sí estará este año, pero considera que sea a campo abierto le concierne diferencias respecto a otro tipo de festejo popular, "ya que para el animal no es lo mismo venir encajonado de una calle a que se pueda desplazar 20 o 30 metros a derecha o izquierda".
Este hecho añade complicación y peligro para los que participan porque el toro tiene reacciones imprevisibles, aunque también el participante tiene más posibilidades de huida.
En este sentido, se ha referido a las numerosas muertes por cornadas que se están produciendo durante el verano en este tipo de festejo popular, un hecho que atribuye a que "se ha empezado a perder el respeto al toro y cuando se le pierde el respeto ya sabes lo que te puede caer".
Resalta que en las ganaderías se trabaja desde siempre con el toro "y casi nunca ha pasado nada, algún susto", pero es porque se le tiene "respeto y prudencia con el animal".
Luis Guillermo López Olea también defiende que de este tipo de festejos sí se pueden sacar conclusiones para la selección y mejora de la ganadería sobre el comportamiento del toro: "Si es cobardón, si cuando lo estimulan embiste o si cuando tiene que ser noble lo es".
Luis Guillermo López Olea ha asegurado que los toros del Conde de la Corte, que pastan en el término municipal de Jerez de los Caballeros (Badajoz), "tienen una tipología particular", con cuartos delanteros más desarrollados que los traseros -aleonados-, "que impresionan por delante por su cara" y que son "abiertos de pitones".