Súbita aparición de vómitos en los perros y gatos
No es raro que los perros y los gatos vomiten de vez en cuando. Podrían haber comido algo que alteró sus estómagos, o simplemente tener sistemas digestivos sensibles. Sin embargo, se vuelve aguda cuando el vómito no se detiene y cuando no queda nada en el estómago para vomitar salvo la bilis (un líquido amarillo). Es importante que lleve a su mascota a un veterinario en este tipo de casos.
Mientras que el vómito puede tener una causa simple y directa, puede ser un indicador de algo mucho más grave. También es problemático porque puede tener una amplia gama de causas, determinar la correcta puede ser bastante complicado.
Síntomas
– Vómitos que no dejan de doler y angustiar.
– Debilidad.
– Sangre brillante en el vómito o heces (hematemesis).
– Evidencia de sangre oscura en el vómito o en las heces.
Causas
– Indiscreción dietética.
– Cambio en la dieta.
– Devorando comida, comiendo demasiado rápido.
– Intolerancia a un alimento en particular (es decir, tenga cuidado de alimentar a los animales domésticos de alimentos destinados para los seres humanos).
– Reacción alérgica a un alimento en particular.
– Obstrucción de objetos.
– Inflamación aguda del estómago (gastroenteritis).
– Parásitos (por ejemplo, gusanos, guardia).
– Dislocación del estómago (propenso en perros de pecho profundo, muy crítico).
– Tumores.
– Trastornos metabólicos (por ejemplo, enfermedad renal).
– Enfermedad del hígado.
– Golpe de calor.
– Enfermedad de las glándulas suprarrenales.
Diagnóstico
Traiga una muestra del vómito al veterinario. Si hay una gran cantidad de moco, un intestino inflamado puede ser la causa. Los alimentos no digeridos en el vómito pueden deberse a intoxicación alimentaria, ansiedad o simplemente comer en exceso. La bilis, por otro lado, indica una enfermedad inflamatoria intestinal o inflamación del páncreas (pancreatitis). Si se encuentra sangre roja brillante, se podría ulcerar el estómago. Sin embargo, si la sangre parece café, el problema puede estar en el intestino. Finalmente, los olores digestivos fuertes se observan generalmente cuando hay una obstrucción intestinal.
Por lo general, el veterinario observará en la boca de su mascota objetos extraños que podrían quedar acuñados en su interior, como un hueso. Las amígdalas agrandadas son otro buen indicador para esto. Se tomará la temperatura de la mascota y se realizará un examen del abdomen. Si resulta que no es más que un incidente pasajero, el veterinario puede pedirle que limite la dieta para limpiar líquidos y recoger muestras de heces durante ese período, ya que la causa subyacente puede ser transmitida a lo largo de las heces. Ocasionalmente, el cuerpo del animal puede usar vómitos para limpiar los intestinos de las toxinas.
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