¿Es difícil el adiestramiento canino? La respuesta a la pregunta es no. Muchos piensan que es complicado, inalcanzable incluso, porque no saben cómo conseguir que sus perros no ladren, que no orinen y defequen en casa, que no pidan comida y no muerdan los muebles. De hecho una gran cantidad de adiestradores caninos mantienen el secreto sobre los métodos de educación, porque si se supiera lo fácil que es entrenar a un perro no tendrían trabajo.
¿Y entonces de dónde salen los problemas de educación de los perros? Pues la mayoría vienen del propio ser humano, de los dueños. Colmamos a nuestros perros de amor y ternura pero no les brindamos lo que más necesitan: una disciplina a la que plegarse. El perro, como animal social y jerárquico, precisa de la disciplina para sentirse realizado, y a menudo se lo robamos dándole todos los caprichos y los mimos que podemos. Esto convierte al mejor perro en un animal inestable, dominante y miedoso, porque alimentamos todos los fallos que tiene su conducta. Para evitar esto es necesario usar el adiestramiento canino.
¿Por qué adiestrar a nuestros perros? En realidad la pregunta es, ¿por qué no? No necesitas más de diez o quince minutos al día para reforzar tu liderazgo, es divertido, fortalece tu relación con él, y no es caro en absoluto…En cambio te librarás de problemas como la orina o las heces en casa, los ladridos molestos, los tirones en el paseo, o los zapatos mordisqueados.
¿Y de verdad no es muy complicado? ¡Para nada! Educar a un perro es sencillo y muy natural, si lo pensamos detenidamente. Partimos de la base de que no comprende las palabras que pronunciamos, pero sí el tono de nuestra voz, nuestros gestos y nuestras propias acciones. Si ponemos unas bases que enseñarle, como no subir al sofá, no pedir comida a la mesa o no tirar de la correa durante el paseo, y somos fieles a esas normas, siempre tratándolo con respeto, firmeza y cariño, aprenderá rápidamente y sin ninguna clase de complicación.
En resumen, el Adiestramiento Canino, contrariamente a lo que muchos piensas, es una tarea muy fácil de llevar a cabo. Todos los días toma unos diez o quince minutos para enseñarle algunos trucos a tu perro; así reforzaréis vuestra relación. Enséñale a sentarse, a parar, a acudir a tu llamada, acostarse,…Si quieres incluso puedes hacer que aprenda a bailar. El resto del tiempo recuerda ser firme y consecuente y ceñirte a tus propias normas, él necesita saber a qué atenerse. El ejercicio diario es vital, también: al menos un paseo de media hora, pero lo ideal es que sean tres, y muchos juegos y juguetes con los que entretenerse y gastar energías. Como ves, educar a tu perro está al alcance de tu mano, sólo debes intentarlo y disfrutar del éxito.
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Marcos Mendoza