Hasta hace unos años, viajar en tren con mascotas era un problema, pero gracias a ciertos cambios normativos, algunos medios de locomoción como el barco, el tren o el autobús permiten la entrada de mascotas. RENFE, empresa líder del transporte ferroviario, comenzó con este servicio en el año 1998 y desde entonces ha obtenido una magnífica acogida por parte de los usuarios. Facilisimo.com ha hablado con el personal de esta empresa para obtener más información sobre condiciones, precios y demás detalles.
"La condición principal a la hora de conceder la adquisición de un billete para animales es el peso. Lo que exigimos es que, se trate del animal que se trate, debe pesar como máximo 6 kg.", asegura uno de los miembros de este servicio. Pero, una vez se haya cumplido esta circunstancia y se haya adquirido el ticket correspondiente, la responsabilidad del propietario es fundamental para no causar problemas al viajar en tren con mascotas.
Hace doce años
Diciembre del año 1998 es la fecha en la que RENFE decidió admitir animales en sus medios de transporte, anunciando de antemano una serie de condiciones estrictamente obligatorias. Este nuevo servicio que ampara a centenares de familias españolas surgió a raíz del Real Decreto aprobado el 27 de junio de 1997 por el Ministerio de Presidencia, donde se establecen las normas correspondientes a la protección de los animales durante su transporte. La Ley sería aplicada a "mascotas o animales domésticos correspondientes a las especies bovina, caprina, ovina y porcina, aves domésticas y de corral. También admite a conejos, pájaros, perros, gatos, otros animales vertebrados y de sangre fría".
Este documento referente a medios de transporte ferroviarios, aéreos, terrestres y marítimos va dirigido únicamente a dos situaciones: cuando se den intercambios intracomunitarios e importaciones y siempre que la duración del trayecto no sea superior a las ocho horas. Están excluidos de este decreto a aquellos animales heridos o enfermos, cuando durante el trayecto se pueda agravar su situación al no poder ser atendido por un especialista, y a los que vayan a ser destinados para experimentos científicos.
Perros, gatos y aves
A pesar de que el Real Decreto permite el transporte de una gran variedad de animales, esta compañía se ha limitado únicamente a admitir la entrada a sus trenes a aquellos animales considerados domésticos que entren dentro de la categoría de gatos, perros y aves, siempre y cuando éstas no sean de corral. "Hay que tener en cuenta que cada viajero sólo puede llevar consigo un animal de compañía que cumpla estas condiciones, ya que además de dichas especificaciones, tienen que ir en una jaula cuyas dimensiones no superen los 60 x 35 x 35 centímetros y que dispongan de un dispositivo que permita retirar los residuos que el animal genere", expone un miembro de RENFE.
Además de estar en buenas condiciones sanitarias, se exige que la guía de sanidad o la cartilla del veterinario esté en regla y con las vacunas correspondientes: "no podemos permitir que una señora entre a nuestras instalaciones con un perro que no haya sido vacunado de la rabia porque pondría en peligro al resto de los pasajeros", constatan desde RENFE. En el momento en que se produce una queja con respecto al comportamiento del animal, será el propietario el responsable de las molestias o daños ocasionados.
Responsabilidad del propietario
La aceptación de las condiciones supone una gran responsabilidad para el dueño de la mascota, que tendrá que hacerse cargo, no sólo de los daños y molestias producidos, sino, además, del cumplimiento de los requisitos sanitarios correspondientes. Cuando un perro, gato o ave cause molestias, se invitará al viajero a desplazarse a aquellos lugares donde se eviten los rechazos o comentarios incómodos. Si dentro de las instalaciones no existe una zona de mayor tranquilidad, se recomendará al pasajero abandonar el trayecto, si éste ya ha comenzado, o a desistir de realizar el viaje, en caso de que todavía no haya montado en el tren.
"Cuando ocurren este tipo de situaciones nada agradables en las que el dueño tiene que abandonar el medio de transporte, se le da la opción de coger otro tren o recibir el reintegro total del importe de sus billetes, sin que tenga derecho a otros tipo de indemnización ni cursar ningún tipo de queja o denuncia", aseveran desde esta compañía de transporte ferroviario. Estas condiciones se acogen a todos los trenes de las Grandes Líneas de ámbito nacional.
Precios razonables
Cuando se decide viajar con un animal de compañía, hay que tener en cuenta que el importe del billete aumentará, porque "el importe será del 50% del billete correspondiente a la Tarifa General del tren y de la clase correspondiente en la que se efectúe el viaje, sin opción de acogerse a otro tipo de tarifas u ofertas", confirma la empresa.
Desde las oficinas de RENFE explican que si el pasajero quiere viajar en coche cama o con litera, el suplemento correspondiente a este incentivo no se verá reflejado en el billete del animal. Así, corresponderá el pago del 50% del coste de un ticket de acceso de clase preferente cuando se demanda un coche cama o se aplicará el 50% de precio correspondiente a la clase turista cuando se viaje en el resto de las plazas acostadas.
Una excepción de peso
RENFE tiene firmado un convenio con la ONCE que permite la entrada de un perro lazarillo acompañando al titular de un carné afiliado a esta organización, pudiendo acceder a cualquier clase. "Los perros lazarillos de invidentes pueden viajar en todos los trenes de las grandes líneas, diurnos y nocturnos, de forma gratuita", apunta un trabajador de la empresa.
El can deberá llevar de forma visible un distintivo oficial que le acredite para que el dueño sea el responsable de su correcto comportamiento y de los daños que se pudieran ocasionar. Para que se cumplan dichos requisitos, el perro lazarillo no deberá ocupar plaza y se instalará en un lugar próximo al dueño y a las puertas de acceso a los trenes donde, además, no incomode al resto de los pasajeros.