Con un poco de maña y cariño, podemos reconvertir este viejo maletín, en una camita para Noa.
Esta vez Lorena, de Amor por la Decoración nos propuso el color verde menta para su Desafío color. ¡El color que tenía reservado para la maletita-cama! ¡Es la ocasión ideal, para dar una nueva vida a otro objeto encontrado!
Esta maletita la vi al lado del contenedor. Estábamos de paseo con la familia de mi churri, así que muy comedida, me quedé mirándola con ojitos.
La madre de my love, que me conoce más que de sobra, me dijo ¿la quieres? Con ella no tengo vergüenzas, pero estaban también la abuela, el tío, la tía, diversos cónyuges, y seguro que me dejo a alguien. Son una familia remaja y divertida, entre ellos se empezaron a picar “que la niña quiere eso”. En resumen, me la cogieron, me la llevaron, nos reímos y acabó en mi trastero.
Lo primero que hice fue limpiarla bien. Aunque parecen resistentes, muchos de estos maletines son de cartón. Yo quería desprenderme de la parte de arriba y del papel interior, así que la remojé y froté sin miramientos. La dejé secar al sol y ¡ya está preparada para meterle mano!
Como los herrajes me gustan así. Me limité a limpiarlos bien con papel de aluminio y vinagre.
Compré cuatro patitas en Leroy Merlín y las pinté con blanco satinado. Tres manos, con lijado intermedio con lana de acero. Y aunque realmente va tapado, no me pude resistir a darle un par de manos de blanco al interior (es que daba pena).
Para fijar las patas, usé un trozo de panel. Se puede cortar fácilmente con un cúter y para hacer los agujeros, usé también la punta de unas tijeras.
Luego hay que agujerear la maleta, usando el panel de guía, para que coincidan los agujeros. La idea es que las patas queden abajo, encima la maleta y dentro de la maleta, el panel.
Tapamos con cinta de pintor todo lo que no se quiera pintar. En mi caso, quiero que se siga viendo como una maleta, por lo que quiero respetar los herrajes, el asa y la goma negra.
¡Y a pintar con chalk! Esta vez lo he hecho a brochazos y usando un pincel para las zonas más delicadas. Obviamente, he usado verde menta. Va genial con mi estudio y a juego con las patas de la máquina de coser. Después, retirar la cinta y rematar si queda algún desperfecto.
Cuando esté todo seco, se pasan las patas por los agujeros y se aseguran con una tuerca.
Por ahora, dentro he metido uno de los cojines que le gustan a Noa ¡aunque tengo un plan y segunda parte!
Pero lo más importante es ¡que le guste a Ella! Parece que le da el aprobado ¿no?
Si quieres conocer mejor a Noa ¡aquí tiene una entrada dedicada a ella solita!
Si te gusta este color, puedes ver muchísimas más ideas deco en el “Desafio Color” de Amor por la Decoración