Enviado por Ecoticias.com
Efectivos de la Guardia Civil componentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) han detenido a 17 personas en la denominada "Operación Pardina", una acción en la que los agentes han montado un importante dispositivo para la erradicación de la caza furtiva en los territorios que constituyen el hábitat y la expansión del lince ibérico.
Según ha informado la Benemérita en un comunicado, la aparición de dos ejemplares de lince ibérico aparentemente tiroteados en Aznalcázar y un tercer ejemplar con una pata amputada por un cepo, propiciaron en su momento diversas actuaciones que culminaron con la detención de hasta trece furtivos entre 2011 y 2012.
Ahora, se había constatado por técnicos de Medio Ambiente un "rebrote" de la actividad furtiva en estos territorios, por lo que durante cuatro meses agentes de la Guardia Civil han barrido "literalmente" el Espacio Natural de Doñana, su entorno y potenciales zonas de expansión de esta especie en peligro crítico de extinción.
Como resultado, se ha procedido a la detención de un total de 17 cazadores furtivos, interceptando efectos como una escopeta de caza, un rifle de caza, dos silenciadores ilegales, seis linternas, siete armas blancas, ocho mochilas para transporte de carne, 34 Lazos, cuatro jaulas trampas, cuatro cérvidos, un Jabalí, 14 trofeos de corzo, cartuchos de distinto calibre, un puesto portátil para la cuelga de perdiz, un jabalí vivo utilizado como reclamo para una jaula trampa, un perro capturado en un lazo, un tejón, cuatro pollos de jilguero y 13 huevos de jilguero.
De esta manera, con esta operación se ha logrado erradicar el uso de medios no selectivos, especialmente lazos y cepos en estas áreas, así como jaulas trampa que constituyen un peligro para cualquier especie de carnívoro entre las que se encuentran linces, zorros o tejones.
Del mismo modo se ha logrado dar un importante varapalo a los cazadores furtivos que operan habitualmente en el Espacio Natural de Doñana usando perros de presa.
"Estos perros son seleccionados generación tras generación, y adiestrados para la caza del jabalí, por lo que cuando no cumplen las expectativas del propietario son abandonados, constituyendo jaurías de perros asilvestrados que constituyen un grave peligro para el lince ibérico especialmente en época de cría", agrega.