El gato azul ruso es una raza muy antigua, aunque no es muy conocida. Es una raza originaria del norte de Rusia, de ahí su nombre, y eran objeto de caza por la belleza de su pelaje, a menudo comparado con el de la nutria. Tras la Segunda Guerra Mundial, estuvo a punto de extinguirse, por lo que los criadores optaron por cruzar los pocos ejemplares que quedaban de gatos azules rusos con siameses azules. El resultado de esto fue que se realzó más el color verde esmeralda de sus ojos.
Existen variantes de la raza, dependiendo de la distribución geográfica de la raza. Está el tipo europeo donde distinguimos el inglés, con una apariencia bastante corpulenta; el continental, de talla más pequeña y estilizado y el escandinavo, de complexión fuerte y pelaje muy azulado. El tipo americano, presenta líneas muy estilizadas y es de pequeña envergadura.
Son gatos muy elegantes, de huesos delgados y musculosos. Sus orejas son largas y puntiagudas. Tiene una cola bastante larga, aunque proporcional a su cuerpo. Lo más característico de esta raza es el color de su pelaje, que es azulado, normalmente en tonalidades claras y el verde brillante de sus ojos.
Es de carácter tranquilo, dulce y muy cariñosos. Adora a su familia, aunque tiende a preferir a una sola persona como dueño. Es muy juguetón con los niños y se lleva bien con otras mascotas, especialmente si son gatos también. Es una raza muy limpia y metódica, por lo que tiende a tener una regularidad de costumbres, como por ejemplo, comer siempre a la misma hora.
Este tipo de raza es muy saludable y nada exigente en cuanto a su mantenimiento. Bastará con que siempre disponga de agua fresca y pienso. Al ser de pelo corto, apenas forma bolas de pelo, aunque no está de más un cepillado de vez en cuando.
Imágenes/Flickr: Norb Ert, Jimmy Legs, Nickolas Titkov.