Hay personas cuyos perros ladran. Ladran a todas horas. Ladran por todo. Viene la nuera de visita, se oye el motor de su coche y el perro ladra como loco, y entonces el dueño dice “mira cómo reconoce el coche, buen chico”. Le está alentando a ladrar. A ladrar porque reconoce el motor de cierto coche.
El ladrido puede resultar útil en algunas circunstancias. Cuando un desconocido entra en casa, por ejemplo, o cuando hay un peligro, pero en la mayor parte de las situaciones es algo molesto, ¿no te parece? Y no sólo para ti, que lo sufres en casa, sino también para los vecinos. ¡Cuántas veces habrás oído a los vecinos quejarse de los ladridos de los perros cercanos!
Lo mejor que puedes hacer, por ti y por tu mascota, es evitar que ladre por cualquier cosa. Enséñale la orden de “silencio” para que calle cuando se lo digas, y de esta manera te ahorrarás muchos problemas…Y sobre todo, ¡muchos dolores de cabeza!
Créeme, es divertido que tu perro reconozca el sonido que hace la moto de tu hijo u el coche de tus padres, ¿pero es igual de divertido cuando ladra en plena noche sin parar, o cuando ve a un gato en la calle?
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Marcos Mendoza
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