Lo normal es que los ladridos de tu perro ocurran cuando sabe que su dueño está cerca, está a punto de llegar a casa, cuando quieren comida o atención, cuando responden a otros perros que están ladrando, o cuando oyen ruidos o alertan de peligros. Esto es lo natural, lo aceptable. Pero a veces, cuando no se adaptan a una situación en la que viven o están bajo estrés, ladran para mostrar así su ansiedad.
Lo que no debemos hacer nunca para que los ladridos de tu perro calmen es castigarles mediante dolor. Esto solo agravará la situación. Lo que se debe hacer es presentar el refuerzo positivo en el mismo instante en que tu perro realiza la conducta que quieres fortalecer o, como muy tarde, inmediatamente después. Es decir, solo cuando se haya callado recibirá el premio.
¿Vuestro perro ladra mucho?