Rei dels Gats
En la actualidad, los gatos no tienen ningún rey; sin embargo, cuenta la leyenda, que cuando el primer gato, que era el rey de todos gatos, estaba a punto de morir, escribió un testamento indicando quién habría de ser su sucesor... y para mayor seguridad, escondió el testamento dentro de un cascabel, y, según quién cuente la historia, este cascabel, a su vez, fue escondido dentro de una coca (una especie de torta tradicional catalana, aplanada, de forma, generalmente, ovalada).
El caso es que el monarca gatuno finalmente murió y, cuando sus felinos súbditos buscaron el testamento, no encontraron en parte alguna ni testamento, ni cascabel, ni, si es el caso de según quién cuente la historia, coca alguna... Y, desde aquel aciago día, el pueblo de los gatos no ha cesado en su empeño de hallar el desaparecido testamento, con la intención de poder nombrar al sucesor del primer gato, el Rey de los Gatos.
Y de aquí surge la costumbre que tienen los gatos de, antes de ponerse a comer, sacudir con su boca aquello que cogen entre sus dientes, de aquí para allá, con el fin de ver si allí suena el cascabel que guarda el testamento de su felino abuelo, que nombrará a su nuevo rey, no fuera el caso que se lo comieran por accidente y éste se perdiera para siempre. Y de ahí viene, también, el hecho de que, en Cataluña, los gatos siempre estén al acecho de las coques. Y veréis que, efectivamente si logran agarrar alguna, teniéndola atrapada bien fuerte con los dientes, tal y como ya se ha dicho que hacen con su comida, la sacuden de aquí para allá, para ver si suena el famoso cascabel del Rei dels Gats.