Cuando decidimos compartir nuestra vida con un perro debemos asumir nuestra responsabilidad como propietario y respetar ciertas normas de convivencia para evitar que nuestro perro pueda incomodar a otras personas. Entre ellas podemos destacar el recoger las cacas y el no dejar que nuestro perro pasee sin control molestando a los demás.
¿Dónde esta el límite entre disfrutar con él y molestar?
Lo primero que debemos hacer es conocer a nuestro perro: saber si atiende a la llamada, como se lleva con otros perros, si tiene algún miedo, si suele escaparse, etc. Y lo segundo comprender que no a todas las personas ni a todos los perros les gustan los demás.
Es esencial que durante todo el paseo mantengamos el control sobre nuestro perro. Debemos llevarlo con correa siempre que nos encontremos en una zona donde esté pasando gente continuamente y, si queremos que disfrute de la libertad, buscar alguna otra ruta más tranquila.
Si sabemos que nuestro perro suele reaccionar de forma negativa ante otros perros, debemos tomar medias en dos sentidos (sea un perro grande o pequeño):
Mantenerlo controlado en todo momento: Puede que necesitemos llevarlo atado o con bozal en los paseos hasta que vayamos poniendo solución al problema. Si acudimos a lugares donde podemos pasear solos, lo ideal es llevarlo con bozal si lo vamos a soltar para evitar que podamos llevarnos un disgusto si aparece otro perro.
Poner solución al problema: un perro no actúa de forma agresiva porque sí, por ello debemos acudir a un profesional que nos ayude a entender porque nuestro perro reacciona de esa manera y nos de unas pautas para trabajar esas reacciones e irlas controlando poco a poco.
Si nuestro perro es sociable no por ello podemos dejarlo pasear con total libertad y sin supervisión ni acercarse a otros perros desconocidos. Si estamos de paseo y otro perro se acerca, debemos de mantener controlado a nuestro perro hasta que el otro dueño nos indique si su perro es sociable. En muchos casos, un perro va atado porque se está trabajando con él y no acepta bien a otros peludos por lo que debemos respetarle.
De nada sirve que el dueño del perro que tiene problemas al socializar lo lleve atado, si nuestro perro va corriendo a saludar con el consiguiente riesgo de llevarse un mordisco.
Lo mismo ocurre con otras personas, por mucho que sepamos que nuestro perro no hace nada debemos aceptar que hay gente que tiene miedo a los perros o que no desea que se acerquen y por ello debemos evitar que nuestro perro moleste llevándolo atado en zonas concurridas y controlando que acuda a la llamada cuando está suelto para poder atarlo cuando sea necesario.
Se respetuoso con los demás
Todos los que convivimos con perros hemos tenido que aguantar en ocasiones comentarios de gente que no vienen a cuento por el simple hecho de que no son tolerantes con aquellos que decidimos que la vida con perro es mejor (no saben lo que se pierden…) pero no por ello debemos caer en su mismo error.
Intentar evitar los conflictos y actuar de forma responsable nos ayudará a ir consiguiendo que cada día nuestros perros puedan acompañarnos a más sitios y podamos disfrutar más con ellos. Por ello, como propietario de perro, te pido que respetes estás pequeñas normas por el bien de todos, incluido el de tu peludo.
Si has vivido alguna situación desagradable por la irresponsabilidad de otro dueño, te animo a que nos lo cuentes en los comentarios.