Síntomas del síndrome postvacacional
Entre los síntomas que puedes observar destaca la falta de apetito, los problemas de control de esfínteres e incluso, las escapadas del hogar. El perro también nota el cambio de rutina dependiendo de tu propia situación personal ya que en la rutina cotidiana no puedes dedicarle tanto tiempo como durante el verano. Además, en vacaciones, tu perro disfrutó de muchos momentos al aire libre, espacio para el juego y la actividad física. Para minimizar los síntomas del síndrome postvacacional, continúa con la rutina de pasear con tu perro.
Además, solicita hora en el veterinario para que le haga un chequeo completo de su estado de salud. Otros síntomas habituales del síndrome postvacacional son que el perro ladra mucho, especialmente, cuando se queda solo en casa. Tu perro te sigue a todas partes, quiere que le hagas caso, desea captar tu atención constantemente.
Cuando se vaya acercando la recta final de las vacaciones, intenta adaptar de un modo gradual vuestras rutinas a los horarios que tendréis cuando definitivamente vuelvas a la normalidad de tu trabajo. Y con ello, tu perro también viva esta nueva realidad.
El síndrome postvacacional canino puede afectar a cualquier perro, sin embargo, existe una condición que influye de un modo decisivo. Aquellos perros que son más autónomos e independientes respecto de sus dueños tienen menos posibilidades de sufrir este malestar.
Ten paciencia con tu perro al igual que la tienes contigo ya que la adaptación a la nueva rutina es gradual. El perro se irá adaptando a los cambios en un breve plazo de tiempo.
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