Empecemos por el principio, ¿qué es la piel?:
A nivel muy general, nuestra piel es el órgano más extenso del cuerpo humano y animal (vertebrados). Es un tejido blando, formado por millones de células superpuestas que se autoregeneran y que tienen la cualidad de ser resistentes al agua.Sus principales funciones anatómicas son:
Delimitación.
Protección.
Contacto.
Aislamiento.
Expresión.
Permite sensaciones sensoriales y sexuales.
Respiración.
Termoregulación del cuerpo.
Exudación.
Llegados a este punto, me dirás…Bien…Rosa, no has descubierto nada y no entiendo que tiene que ver todo esto con los problemas de piel de mi gato.
¡Tranqui, voy a ello!, porque lo que te quiero contar es algo que seguramente ya intuyes: la piel nos habla.
Y todo lo anterior era para ponerte en situación de que, lo hace de muchas maneras y tiene que ver con sus principales funciones anatómicas.
¿Cuándo se expresa ella?
Lo hace cuando, por mil razones, tú o tu gato, no podéis expresaros. Tal ves no hallas caído en ello, pero, seguro que te suenan estas frases:Tengo la emoción a flor de piel.
Se me eriza la piel solo de pensarlo.
Estar en carne viva.
Si la envidia fuera tiña, etc.
Si te fijas, están todas relacionadas con la emoción. Hoy te voy a explicar la relación de la piel y la emoción en animales.
El mapa emocional de la piel de tu gato:
El gato, como bien sabes, es un ser hipersensible y como tal su piel, también lo es.A través de ella, recibe caricias.
Sensaciones de frío o calor.
Golpes.
Excitación.
Cuando un animal es tocado, acariciado, equivale a nivel emocional a ser querido, aceptado, válido.
La falta de contacto, equivale a ser no válido, a ser rechazado: en estos casos puede tener mucho que ver, por ejemplo, cuando un animal ha sido rechazo por su madre, o separado muy temprano de ella.
Los golpes, el maltrato, hacen saltar todas las alarmas del miedo, la tensión, el trauma, la angustia.
El lamido excesivo o estereotipia( lamido compulsivo de una zona concreta del cuerpo hasta llegar a hacerse heridas), puede llevar a sentimientos y/o emociones como la ansiedad, el miedo, la demanda de atención…
En otras ocasiones, son los cambios en la vida del gato, lo que pueden provocar una disconformidad, angustia, miedo, que por el carácter del felino, se traduzca en problemas de piel. Por ejemplo:
Tal vez en casa las cosas ya no está como antes:
Igual ya no están las personas que antes sí estaban: porque se han independizado, porque ya no viven en la casa.
O todo lo contrario, ahora hay más gente que antes:
Ha entrado un bebé a casa, una nueva pareja, una nueva pareja con sus hijos…
Nuestro gato era hijo único y ahora ha entrado en su casa otro animal y la relación no es la idónea.
Has cambiado de casa o piso y no se acaba de adaptar.
Pasas más tiempo fuera de casa y se siente abandonado.
Está haciendo el duelo por un compañero humano o felino que ya no está.
Lo han abandonado en la calle o en un refugio y el miedo le sale a través de la piel, ya que no puede demostrarlo de otra manera (supervivencia).
Lo has adoptado hace poco y empieza con sus problemas de piel (se relaja y al fin puede expresar todo lo que ha pasado), etc.
El desconfinamiento o desescalada, puede llevar a tu gato a tener un sentimiento de abandono.
Podríamos seguir hasta el infinito…
Y todo esto…¿Cómo se manifiesta en la piel?
Lo más común es a través de lamido excesivo por parte del gato, hasta quedarse sin pelo y/o hacerse heridas.No obstante, tenemos otras maneras de manifestación como puede ser: picor, prurito, manchas, dermatosis e incluso tumores.
Llegados a este punto, me dirás:
OK, estoy viendo reflejado a mi gato en algunos de los puntos que has explicado Rosa, ahora, ¿cómo debo proceder?:
Lo primero y más importante es acudir a tu veterinario/a de confianza y hacerle una revisión al gato.
Pasarás por todo el proceso, absolutamente necesario de ver si es alérgico por ejemplo a parásitos, piensos, etc.
Probablemente tu veterinario/a le dará alguna medicación específica para controlar el picor, el dolor y la posible inflamación.
Una vez realizado todo eso proceso el gato suele mejorar mucho.
¿Se ha solucionado el problema? ¡Perfecto!
Pero…¿qué pasa cuándo dejas de darle la medicación y recae de nuevo sin tener ninguna otra patología?.
Aquí entramos ya a hablar de terapia floral y emociones.Se analiza qué cambios han habido en la vida y el entorno del gato. Cuando hablo de entorno me refiero también al entorno familiar humano, ya que nos pueden estar haciendo de espejo.
Como ya te he comentado antes, cualquier cambio puede afectar a nuestro gato, pero no te olvides que tu gato es como una esponja. Esa esponja atraerá hacia sí todas aquellas emociones que tú, su familia humana, no puedes gestionar.
Y…¿aquí pueden ayudar las Flores de Bach?
Por supuesto que SÍ.Las Flores de Bach y otras esencias que las apoyen y/o refuercen.
Hay que estudiar cada caso, cada gato, cada familia de manera personalizada.
Todo ello se hace a través de la asesoría a través de la cual, se decide que formulación floral es la más adecuada para nuestro peludo y para nosotros si como familia humana decidimos tomar terapia floral.
Sin duda, cuando hay problemas de piel y se trata de un problema de espejo, cuando los humanos y el felino toman flores, el avance de la gestión es mucho más profundo y rápido.
No obstante, no te olvides que en estos casos, cada situación es particular.
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Ronroneos