Los gatos, a pesar de ser muy limpios, suelen llenarse el pelo de polvo. Las secreciones normales, la descamación de la piel y el pelo muerto que van desprendiendo y eliminando al ambiente hacen que de vez en cuando sea necesario darles un buen baño.
Hay ocasiones en las que será imprescindible que des a tu gato un buen baño con agua y jabón:
* Suciedad excesiva por sustancias grasas, contaminadas o tóxicas.
* Si eres sensible a los alérgenos del gato, tu mascota tendrá que recibir frecuentemente un baño.
* Alteraciones articulares del cuello (hiper vitaminosis A por hígado crudo) u obesidad, que impiden la normal auto higiene del felino.
* Indicación terapéutica por afecciones de la piel que requieren tratamiento por baños.
* Gatos de exposición.
Acostúmbra a tu gato desde pequeño
Bañar a tu mascota felina puede ser una actividad placentera para él y para su propietario, o bien una batalla feroz donde ambos terminen estresados y lastimados. La diferencia está en haber acostumbrado al felino a dicho procedimiento desde su infancia.
El baño, como otras actividades que se aprenden, debe ser realizado en la etapa de socialización del gatito, es decir, entre el primer y segundo mes de vida: en este momento el gato es receptivo a todas las enseñanzas de manejo social que se quieran impartir.
No todos los gatos tienen miedo al agua
Una vez que bañes a tu gatito tendrás que ir repitiéndolo varias veces para que el animal lo tome como algo normal y no coja miedo al agua.El tópico de que todos lo gatos tienen miedo al agua no es cierto, ya que muchos no sólo juegan con el agua, sino que además se mojan solos.
La raza Turco Van por ejemplo, vive en la zona del lago Van en Turquía y su alimento natural son los peces que pueden pescar. Así que es muy común que se metan al agua para conseguir sus presas, de la misma forma que actúa el jaguar, que tiene en los animales acuáticos buena parte de su dieta.
Esto significa que la actividad del baño se puede tolerar perfectamente si se aprendió de pequeño y además, puede convertirse en una actividad que refuerza la relación social entre felino y dueño, junto con el cepillado, las caricias y los juegos.
Procedimiento que debes seguir para el baño del gato
Cuando decidas bañar a tu minino lo primero que tienes que tener en cuenta es que vas a necesitar como mínimo una hora de tu tiempo para realizar esta tarea. Intenta tenerlo todo preparado y a mano: champú, toalla, secador, etc.
Las primeras veces que realices esta actividad es conveniente que no te entretengas para que la desarrolles en un corto espacio de tiempo, ya que a tu gatito el baño le provocará mucha ansiedad. Además, intenta hablarle y acariciarle mientras le lavas para conseguir que se relaje.
El baño se puede realizar en el lavabo o en la pila, la única condición es que sea de tamaño suficiente y que tenga agua tibia.
El ambiente debe ser tranquilo y en lo posible debe ser siempre la misma persona la que haga el procedimiento.
Es muy importante que el agua esté templada, que no sea ni muy caliente ni demasiado fría. Es conveniente que vayas mojando a tu mascota poco a poco: utiliza una esponja si lo prefieres pero no le mojes con el chorro directo del agua ya que se sobresaltará y se asustará.
Para bañarle tienes que utilizar un champú o jabón especial para gatos y, si tu gato tiene el pelo largo, es conveniente que utilices también un desenredante o acondicionador.
La importancia del secado del gato
Después del baño es muy importante hacer un perfecto secado de todo el pelo. Para ello es conveniente comenzar con una toalla para eliminar la mayor proporción de agua.Luego, continúa con un secador de aire caliente; en general les molesta mucho el ruido, por lo tanto sería recomendable utilizar alguno de bajo ruido y encenderlo unos minutos antes de utilizarlo para que se habitúe al ruido.
Si el uso del secador en forma directa no fuera posible por lo comentado, se puede poner al gatito en una jaula de viaje o trasportín y enviar el aire caliente por la puerta de la misma.
Otra opción es encender el horno de la cocina u otro tipo de calefactor y dejar al gatito cerca, ya que muchos se acercan solos a estas fuentes de calor.
A los gatos de pelo largo conviene desenredar los nudos del pelo con un peine o cepillo metálico mientras se secan.
La frecuencia del baño puede oscilar entre una vez cada 20 días y una vez al mes en condiciones normales, aunque existen casos en los que, debido a enfermedades de piel, es necesario bañarles dos veces por semana. Es conveniente que el gato no salga al exterior hasta que esté bien seco.
Imagen gato negro: jacilluch / flickr
Imagen gato tumbado: ferran pestaña / flickr
Imagen gato blanco: jl.cernadas / flickr
Imagen gato blanco, negro y marrón: jl.cernadas / flickr