Normalmente son expulsadas a través del vómito o de las heces fecales. Si no son desechadas comenzarán a compactarse más haciendo imposible su expulsión y será necesario retirarlas mediante cirugía.
Para evitarlo hay que cepillar a nuestro gato al menos dos veces por semana. También existe un gel laxante que ayuda a eliminar las bolas de pelo, pero debe ser administrado tal y como lo recomiende el fabricante. De no hacerlo, el laxante interferirá con la digestión normal y absorción de nutrientes. Hay alimento balanceado que ayuda a eliminar las bolas de pelo. Antes sólo se conseguía en las marca premium, pero cada vez hay más marcas económicas que incluyen ésa función.
Para las personas que lo desconocen, las bolas de pelo expulsadas pueden tener varias formas: Circulares, en forma de cigarro, etc. Pero inmediatamente se diferencian de su comida o de otra cosa que se haya tragado.
Si notamos que nuestro gato quiere vomitar (se arquea, a veces hace un maullido extraño y mueve la cabeza hacia adelante y atrás insistentemente) y no expulsa nada por más que lo intenta, es necesario llevarlo al veterinario.