Hoy os traemos una sorprendente historia relacionada con los felinos: cómo unos gatos descubrieron unos micrófonos escondidos por la KGB.
La historia tuvo lugar durante la Guerra Fría. En aquel momento casi nadie se podría librar de la mano de la KGB y de la CIA e incluso países que en un principio no tenían nada que ver con el conflicto estaban bajo su red de espionaje. Eso fue lo que le ocurrió a la embajada de Holanda en Moscú.
En 1961 el embajador de Holanda en Moscú era Henri Helb. Este hombre tenía dos gatos y solía trabajar en su despacho mientras disfrutaba de su compañía. Como imaginaréis, los gatos normalmente pasaban las horas dormitando en el sofá y descansando.
Un día los gatos se sobresaltaron y comenzaron a arañar una zona de la pared. El embajador pensó que habría algún roedor detrás de las paredes. Pero los gatos no pararon de arañar la zona insistentemente, así que llamó a unos trabajadores para que abrieran un agujero en la pared y ver qué era lo que molestaba tanto a los gatos.
¡Cuál fue su sorpresa! Cuando pudieron ver lo que había al otro lado de la pared, se encontraron ¡un micrófono oculto! Gracias al agudo oído de sus gatos el embajador había podido descubrir que la KGB estaba escuchando sus conversaciones. Al rastrear la embajada se encontraron 30 micrófonos en total.
Muy listos los holandeses, en vez de retirarlos, decidieron mantenerlos y ser ellos los que iban a decidir la información que iban a recibir a Rusia.
Seguro que el embajador a partir de ese día trató aún mejor a sus gatos
La entrada Los gatos que descubrieron los micrófonos de la KGB aparece primero en Razas de Perros y Gatos.