Los rascadores para gatos cubren la necesidad de rascar de nuestra mascota dentro de nuestro hogar. Las uñas de nuestros gatos son una parte fundamental en su fisionomía. No debemos olvidarnos del origen salvaje de nuestros gatos.Hoy en día nuestros gatos no se ven obligados a cazar para sobrevivir, pero esto no hace que su instinto cazador este muy presente.
Es frecuente, sobre todo en los gatos que tienen acceso al exterior, matar a alguna presa casi como diversión, y trofeo para su dueño. Normalmente no la llegan a probar pero siguen teniendo el instinto cazador de los gatos salvajes que le hace buscar a la presa, acecharla, cazarla y por último matarla. En la actualidad muchos de los juguetes que podemos encontrar para nuestros gatos están basados en la caza.
Los motivos por los que un gato necesita rascadores para gatos son muchos, ya que es un accesorio que cubre muchas necesidades, sobre todo en el caso de los mininos que no tienen acceso al exterior. A continuación os enumeramos algunas de los beneficios que obtenemos con un buen rascador para gatos.
Higiene Personal
La importancia de las uñas (garras) es evidente en un animal que tiene instinto cazador. Para ellos es normal acicalarse las uñas, formando parte de su cuidado personal e higiene. Las uñas de los gatos crecen en capas. Cuando un gato se «afila las uñas» lo que hace es ayudar a desprender las capas más viejas.
Comunicación
Los gatos rascan por muy diversas razones además de para mantener sus uñas en buen estado. Marcar el territorio es otra de las razones fundamentales. Estas marcas pueden ser tanto olfativas como visuales.
Los gatos para marcar olfativamente los objetos disponen de unas glándulas interdigitales que desprenden feromonas con las que marcan sus objetos preferidos como suyos. Estas señales son avisos que dejan para los demás felinos que se puedan acercar a su territorio. En algunas ocasiones estas señales territoriales las pueden hacer con su orina.Para marcar visualmente utilizan sus uñas dejando arañazos en los distintos objetos. Muchas veces nuestros muebles son objeto de esta expresividad. En ocasiones cuando nuestro gato está frustrado o sufre alguna situación que le produce tensión o ansiedad se puede manifestar a través del rascado inusual de objetos.
Juego y entretenimiento
Además de todos los anteriores motivos por los que los rascadores para gatos son necesarios, existen muchos otros. Los rascadores para gatos que no tienen acceso al exterior son aún más importantes. Los rascadores les permiten trepar, observar, saltar, arañar, jugar y estirarse. Si no dotamos al gato de un rascador apropiado o incluso de varios si son pequeños, seguramente acabe arañando muebles y objetos que haya en el hogar.
Como elegir un rascador
Hay muchas variables que pueden hacer que nos decidamos por un modelo de rascador u otro. En el mercado existen muchas opciones disponibles en función de nuestro presupuesto. Llegados a este punto, creemos que siendo uno de los accesorios que más va a utilizar vuestro gato, merece la pena gastar algo más para tener un rascador de mejor calidad. No por ello tiene que ser el más caro. Hay rascadores de precio medio que cumplen perfectamente con su función con superficies de apoyo, postes y zonas de juego. A continuación os detallamos algunos de los factores que podéis valorar.
Clasificación
Rascadores pequeños
Suelen ser asequibles y los puedes encontrar de distintas formas y tamaños. Os recomendamos que tengan entre 60 y 80 cm para que el gato (si es adulto) se pueda estirar completamente y que tenga la mayor estabilidad posible. Es necesario que el gato se sienta seguro al utilizarlo y no se desplace o deslice con su utilización.
Rascadores planos. Son una opción buena y barata, se encuentran en casi todas las tiendas. Entre los distintos materiales que puedes encontrar están los que están fabricados de cartón y los de madera recubiertos con moqueta, sisal, alfombrillas…Son adecuados para gatos pequeños, cachorros en sus primeros meses o gatos que tengan algún tipo de lesión que no les permita estirarse o erguirse.
Además los hay que ocupan muy poco lugar pudiéndose adherir a superficies de la casa como paredes, esquinas, mesas, sofás…. Algunos de ellos se fabrican para cubrir precisamente partes de los muebles que el gato a tomado como costumbre rascar.
Rascadores Poste. Son los más utilizados siendo una opción económica aunque puede variar dependiendo de la calidad de los materiales. Hay marcas que cuidan mucho la estética y el origen de las materias primas. Los modelos de diseño y con materiales de origen natural y ecológico encarecen algo más el producto.
Los tamaños pueden variar desde 45 hasta 120 cm aproximadamente. Suelen estar realizados en madera o cartón y recubiertos con distintos materiales ya sea sisal, felpa, peluche, hojas de banano…
Este tipo de rascador es adecuado para gatos jóvenes y adultos que no tengan problemas articulares. Favorece el desarrollo de la musculatura y permiten al gato estirarse en su totalidad. Para ello hemos de asegurarnos comprar el rascador con la altura adecuada para nuestro gato.
Rascadores medianos
Los denominados rascadores Torre o Barril. Últimamente se ven mucho estos rascadores, aunque resultan algo más aparatosos y ocupan bastante más espacio. Por consiguiente los fabricantes de rascadores para gatos cada vez miran más el diseño y los materiales de los acabados. Por lo que a pesar de la voluminosidad del rascador se puede incorporar al ambiente de nuestro hogar pudiendo resultar decorativos.
Ni que decir tiene que la superficie de rascado es bastante mayor que la que podemos encontrar en un rascador plano o de poste. Además suelen tener varias alturas con cuevas que le permiten al gato esconderse y descansar.
Si lo colocas cerca de alguna ventana tu gato podrá a su vez distraerse mirando al exterior. Asegúrate que la ventana está cerrada o tiene alguna mosquitera o malla de protección para evitar accidentes indeseados.
Este tipo de rascador al igual que el poste es adecuado para gatos jóvenes o adultos que puedan subirse sin problemas a la torre. Es adecuado para el descanso y recreo del gato, permitiéndole distraerse observando desde lo alto y cómo zona para dormir y relajarse.
Rascadores grandes
Conocidos como árboles rascadores los puedes encontrar de distintas formas y alturas. Los hay que van desde 120 hasta 240 cm aproximadamente. Como puedes imaginar hay miles de opciones con camas, cuerdas, juguetes, rascadores, cuevas… Lo más importante que tenéis que buscar en este tipo de rascador es la estabilidad. Para que el gato lo use tiene que sentirse seguro, debe tener bases firme y una estructura robusta.Son opciones bastante más caras con lo que a veces es mejor valorar cantidad y calidad. Ya que nos vamos a gastar un presupuesto en el rascador, que sea de una calidad adecuada para que lo pueda usar durante un tiempo con la mayor seguridad.
Esta opción es buena para gatos jóvenes y grandes o si en casa tenéis más de un gato les proporcionará innumerables horas de juego y entretenimiento. Si vuestros gatos son de razas de gran tamaño existen modalidades de árboles que van anclados a la pared para proporcionar aún mayor estabilidad.
Dónde colocar el rascador
El lugar idóneo es la zona de ocio. El rascador tiene que estar situado donde más le guste estar a tu gato y pase más tiempo. Los gatos disfrutan estando con nosotros y participando en lo que hacemos. Si tiene algún tipo de superficie elevada dónde poder echarse podemos colocarlo cerca de una ventana para que disfrute descansando y mirando hacía el exterior.En el caso de decidas colocar varios pon alguno en alguna zona de paso hacía el comedero. Seguro que al encontrarse con él, se para a rascar.
Hay rascadores que en el caso de disponer de poco sitio los puedes poner pegados a la pared e incluso con forma de esquina para aprovechar los rincones.
Si tienes algún problema determinado con algún tipo de mueble siempre puedes ubicar un rascador cerca de la superficie que le gusta rascar. Hay modelos que se fabrican ex profeso para cubrir determinadas partes de algunos muebles que suelen arañar nuestros gatos como por ejemplo los laterales del sofá.
Artículo elaborado por El gato feliz.