Efectos negativos
Este juego puede ayudar a construir el mando, pero también puede debilitarlo si no se juega adecuadamente, y tener unos resultados muy negativos:1. Es posible que este juego, simulacro de combate, incremente una respuesta agresiva.
2. Ayuda al perro a desarrollar su mordida. Lo que el perro puede considerar como una presión de boca moderada (fuerza de la mordida) puede ser bastante destructiva, mientras que lo que nosotros queremos es que el perro sea apacible con su boca siempre que hay gente a su alrededor.
3. Es un juego muy divertido para ellos y, generalmente ganan. Sus bocas, incluso cuando son cachorros, son simplemente demasiado fuertes. Esto podría enseñar al perro que es más poderoso que su dueño. En la percepción del perro, esto mina nuestro papel como el líder. De hecho, el animal puede crecerse para considerarnos como un subordinado. El líder no puede ser débil y perder tales juegos.
Perros de trabajo
La gente que tiene perros de trabajo, como las fuerzas de seguridad, reconoce que no pueden igualar brutal fuerza de la boca del perro. En vez de corresponder a la fuerza, ellos conceden el permiso física y verbalmente para que el perro pueda ganar estos juegos. Esto mantiene su posición de líder, en la cual permiten al animal ganar.Es una habilidad que requiere el engranaje de estructuración magnífico y una capacidad refinada para analizar al perro, y lleva años y años conseguirlo. Además, hay que tener presente que estos perros de trabajo han pasado un largo proceso de selección para hacer esta labor, y que estos entrenadores trabajan con sus perros a tiempo completo y se aseguran de que no hay absolutamente ninguna duda sobre quién es el líder.
Algunas Observaciones
Un perro que juega en un estado excitado con sus dientes, que compiten por un recurso estimado (el juguete), debe tener la inhibición de la mordida muy buena y un gran respeto por el líder. En un juego donde los dientes del perro están tan cerca de nuestra piel, es absolutamente crucial que el animal entienda bien las reglas, y que somos nosotros quienes las ponemos, no él.Nunca se debe jugar al tirón con un perro que muestra cualquier signo de agresividad. Tampoco es un buen juego para un perro que no colabora, inexperto o muy dominante. Usaremos sólo un juguete y lo mantendremos fuera de su alcance cuando no esté jugando con él. Esto ayudará a impedir que el perro se haga dueño del juguete. El propietario siempre debe iniciar el juego.
Hay que enseñar a nuestro perro a soltar el juguete cuando se lo pidamos usando ordenes como "déjalo", "dar" o "suéltalo". Cuando lo haya hecho, le premiaremos para reforzar el comportamiento de liberación. No debemos perseguirle para recuperar el juguete. En esa situación no le haremos caso, y no volveremos a jugar hasta que haya pasado algún tiempo, y podamos iniciar de nuevo el juego.
Cualquier contacto entre la boca del perro y nuestra mano debería terminar el juego. No hay que levantarle del suelo usando el tirón. Esto puede causarle lesiones. Si tenemos dudas sobre nuestro liderazgo, es mejor no practicar este juego. Los niños que no puedan hacer cumplir estas reglas no deben jugar a esto con el perro, y todos deberían ser vigilados siempre que estén jugando al tirón con el animal.
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