El esqueleto de los tiburones está formado de cartílago, que es mucho más ligero y flexible que el hueso, y en su boca tienen varias filas de dientes, dientes, que van perdiendo diariamente, pero por suerte para ellos, les vuelven a crecer.
A ambos lados de cuerpo poseen unas membranas llamadas branquias que les sirven para respirar, estas branquias del tiburón se conocen como branquias desnudas, ya que no tienen opérculos, la ausencia de opérculos hacen que el tiburón tenga que estar nadando continuamente para poder filtrar el agua, de lo contrario moriría.
La fabulosa piel del tiburón les ayuda a moverse y evitar la fricción en el agua, pudiendo así hacer giros y maniobras de caza a mucha velocidad, todo, menos nadar para atrás.
Los tiburones son depredadores por excelencia, alimentándose de peces, crustáceos, crill, o incluso mamíferos marinos, se han dado casos de ataques de tiburones al hombre, pero generalmente suceden cuando entramos en su territorio de caza, pero la mayoría de esos ataques son de prueba, el tiburón o sabe que somos, así que muerde para probar, y como no le gusta el sabor de nuestra carne y sangre se marchan.
Los tiburones están adaptados para vivir en todos los mares del mundo, incluso el tiburón toro, es capaz de adentrarse en agua dulce para buscar alimento.
Debido a un falso mito por una película de Steven Spielberg a los tiburones se les ha cogido un miedo irracional, y están siendo cazados hasta el borde de su extinción, por eso, y porque los usan para consumo humano haciendo verdaderas barbaridades con ellos.
En el vídeo que os muestro a continuación me sumerjo con unos tiburones y os explicaré, con la ayuda de unos profesionales, muchas más cosas sobre el tiburón y como podemos salvarlo.