Este post nace de las conversaciones nocturnas con nuestra amiga Fanny, de Sweet&Co, y nuestra idea perfecta para solucionar el problema actual de abandono. De esa conversación fueron saliendo ideas sobre como deberían ser las leyes y como se debería controlar la cría de animales.
Seguro que muchas de estas cuestiones no son perfectas y que hay una forma mejor de hacer las cosas, pero ¿Quién no intenta arreglar el mundo en alguna conversación? Aquí os dejo nuestras conclusiones.
Regular la cría
Lo esencial es reducir la cría indiscriminada de animales, para ello habría que controlar tanto a criadores como a particulares.
Control de criadores
En primer lugar se deberían de prohibir las ”fabricas de cachorros” en las que tienen a los padres encerrados en microjaulas con el único fin de reproducirse una y otra vez como si de máquinas se tratase. Solamente deberían de permitirse aquellos criadores que tengan a sus perros cuidados y mimamos como los demás y que, a lo largo de su vida, solo puedan criar un número limitado de veces.
Además, estas personas deberían estar preparadas y tener los conocimientos necesarios para evitar problemas genéticos como los que se dan en los perros braquicéfalos o en otras razas.
Para que esto sea efectivo, deberían de controlarse también las importaciones de animales y, por supuesto, prohibirse las tiendas de mascotas con animales vivos. Un perro, un gato, un conejo, etc. no es algo que se pueda escoger en un escaparate como un vestido.
Control de particulares
Puede sonar radical, pero bajo mi punto de vista todos los animales deberían entregarse esterilizados o con la obligación de hacerlo, tal y como hacen las protectoras. Pero ¿Cómo regular esto? Muy fácil, como hacen ellas. El cachorro sale del criador con el chip a nombre de este y, en el momento en el que cumpla 6 meses y se realice la esterilización, se cambiará a nombre del nuevo dueño.
De esta forma los únicos perros sin esterilizar serían aquellos propiedad de los criadores preparados, formados y con las autorizaciones necesarias.
Si comenzamos haciendo esto ahora, controlaríamos todas las camadas indeseadas y la cría por parte de particulares que no tienen la preparación adecuada y que en muchas comunidades ya es ilegal.
Control y registro
Se debería revisar que todos los animales estén chipados y registrados, no sirve con obligar por ley a hacerlo si después no se controla que se cumpla. Es esencial realizar campañas de lectura de chip tanto en la calle como en huertas o zonas cerradas y multar a aquellas personas cuyos perros no están identificados.
Por otra parte, se debería obligar a los criadores a que entreguen a los animales chipados. Los cachorros deben estar con la madre hasta los dos meses, por lo tanto al entregarlos al nuevo dueño tienen edad más que suficiente para ponerles el chip.
Tampoco está de más el registro de ADN a nivel nacional, ya que es inútil que se realice a nivel autonómico o local porque hay muchas ciudades turísticas en las que la mayoría de los excrementos que se recogiesen no estarían registrados.
El registro no es caro y, si a alguien se lo parece, mal empezamos. Tener un perro puede suponer muchos gastos y si de entrada no estas dispuesto a esto… Mejor no adoptes.
Los municipios sin duda podrían recuperar la inversión que suponga, bastaría con realizar ciertas campañas de recogida de excrementos y multa a los dueños para ello. Disfrutaríamos de unas calles mucho más limpias.
Control del abandono y del maltrato
Un incremento en las penas aplicables a personas que han maltratado o abandonado a su animal ayudarían a evitar estos casos que nos encontramos cada día.
Si se llevase un control de la identificación sería más fácil controlar estas cuestiones. El abandono no debería estar permitido en ningún caso y deberían elevarse las multas.
Todo el mundo puede encontrarse en una situación que no le permita seguir conviviendo con su mascota, pero en ese caso es responsable de buscar ayuda para encontrarle una nueva familia. El abandono nunca es una opción.
En el caso de las personas que han sido acusadas de maltrato, deberían de prohibirles la tenencia de mascotas de por vida. En el caso de existir una razón que por la que esa persona deba contar con una mascota, debería de pasar un examen exhaustivo antes de concederle el permiso para tenerla.
Mi mundo ideal
Se que todo esto es muy fácil de decir y que no vamos a arreglar el mundo con nuestras conversaciones nocturnas pero, ¿A qué suena genial?
Un mundo en el que se consiguiese reducir el número de animales en adopción a cero y que, para poder convivir con un perro o gato, debiésemos acudir a un criador de confianza para comprar uno. Esos criadores lo entregarían chipado y con compromiso de esterilización y, por supuesto, realizando un control previo de la persona interesada.
Y vosotros ¿qué medidas creéis que funcionarían?