Los parásitos externos a los que nos referimos principalmente son: las pulgas, garrapatas, mosquitos y, en menor medida, los piojos. Éstos pueden ser capaces de ocasionar daños muy severos en el organismo de nuestros gatos, ya que, son diferentes fuentes de transmisión de alergias, anemias, parálisis, tenias intestinales, dermatitis y enfermedades graves (Leishmaniosis, fiebre Q, filariosis), que pueden llegar a ocasionar incluso la muerte de nuestro animal.
Nuestro principal propósito es evitar que estos bichos suban a nuestra mascota y les piquen. Una buena solución es acudir primeramente a nuestro veterinario para que nos ofrezca el tratamiento adecuado para proteger a nuestra mascota. En realidad, no existe un producto que cuide totalmente al animal, aunque hay algunos de ellos que nos pueden servir de gran utilidad, como los collares, sprays, pipetas o baños antiparasitarios.
¿Ha sido vuestro caso? ¡Compartidlo con nosotros!
Más información de parásitos