Pienso vs comida natural para perros
Un pilar fundamental de la alimentación de nuestro perro es que la dieta que elijamos esté equilibrada y cubra todas las necesidades. Esta premisa es la que ha llevado durante los últimos años a la mayoría de las familias a optar por el pienso.El alimento seco es un ultra procesado en el que se combinan una serie de ingredientes para crear una dieta, supuestamente, equilibrada. Pero en el mundo del pienso, como en cualquier otro, hay gran productos de distinta calidad y la composición de muchas marcas no es ni de cerca la idónea.
De todas formas, podemos buscar marcas de pienso natural para perros cuyos ingredientes sean mejores, que utilicen carnes y materias primas aptas para el consumo humano en lugar de desechos como picos, plumas, patas…
Hasta hace poco la única alternativa que teníamos al pienso es preparar la comida de nuestro perro en casa, pero para eso es necesario tener unas bases de nutrición y contar con la ayuda de un veterinario (lo cual en ocasiones no era tarea fácil).
Por suerte, cada vez más profesionales se han actualizado en nutrición y han aparecido opciones de comida natural, ya sea BARF (Crudo) o cocinada) que nos permiten dar a nuestro perro una alimentación completa y de mayor calidad que el pienso.
Ventajas de la comida natural
La comida natural para perros tiene una digestión mucho más fácil que el pienso, podremos notarlo enseguida en las heces que serán menos abundantes y más consistentes. Además, la palatabilidad es mucho mejor ¡Lucca se vuelve loca cuando llega la hora de comer!El nivel de humedad que lleva es mucho más elevado, mejorando la hidratación y evitando complicaciones de salud que pueden venir derivados de un escaso consumo de agua como los problemas renales.
Las recetas de comida natural suelen tener muchos menos ingredientes que los piensos, esto es muy importante en perros con intolerancias y alergias. Podemos hacer una dieta de descarte y buscar opciones que le sienten bien.
¿Cómo hacer la transición del pienso a comida natural?
Lo ideal es hacer el cambio de forma progresiva, dejando que el organismo de nuestro perro se acostumbre ya que las digestiones son muy diferentes. Debemos tener en cuenta que el pienso tarda unas 10 horas en digerirse mientras que la comida natural lo hace en unas 4 horas.
Una opción es la que planteamos a continuación, teniendo en cuenta que lo ideal será separar las tomas y dar el pienso cómo mínimo con una separación de 9 horas de la toma de comida natural.
Días 1 y 2 - Pienso 80% -Alimento natural 20%
Días 3 y 4 - Pienso 70% -Alimento natural 30%
Días 5 y 6 - Pienso 60% -Alimento natural 40%
Días 7 y 8 - Pienso 50% -Alimento natural 50%
Días 9 y 10 - Pienso 40% -Alimento natural 60%
Día 11 - Pienso 30% -Alimento natural 70%
Día 12 - 100 Alimento natural Otra alternativa, que en caso de pasar a dieta BARF también se suele emplear, es dejar el pienso de golpe pero comenzar con una dieta blanda de dos ingredientes (por ejemplo pollo y zanahoria) e ir añadiendo los demás poco a poco.
Esta opción es la que nosotros utilizamos hace tiempo con Lucca y es muy útil para conocer si a nuestro perro hay algún ingrediente que no se siente muy bien. Una vez hecho el cambio empezamos a da los menús completos.
¿Te animas a hacer el cambio?
Cómo veis las ventajas de la comida natural son muchísimas y actualmente es mucho más fácil hacer el cambio. Si te animas a probar puedes hacer un pedido de prueba para hacer la adaptación y ver que tal le sienta a tu perro.La comida cocinada viene en paquetes pequeños congelados y cuando te llegan solo tienes que meterlos en el congelador y sacarlos unas 24 horas antes dejándolos en la nevera, pero si un día te olvidas también puedes descongelarlo en agua fría o con la función defrost de tu microondas.
¿Has hecho ya el cambio? ¿Me cuentas tu experiencia?
Fuente: este post proviene de Lucca la loca, donde puedes consultar el contenido original.
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