Comúnmente, se tiene la creencia por parte del propietario que este comportamiento tiene que ver con el de los gatos, es decir, el de intentar tapar los excrementos una vez acaba, pero muy torpemente, ¿verdad? Nada más lejos de la realidad.
El objetivo del perro al rascar el suelo no es el de tapar sus heces, sino el de dejar una información al siguiente perro que pase por ahí. No es una casualidad que más de un perro haga sus necesidades en el mismo sitio. Hacer las necesidades, en este sentido, no solo es una necesidad fisiológica, sino que se convierte en una necesidad comunicativa.
He comentado en varios posts la función de las glándulas anales, unas bolsitas que se sitúan en la entrada del ano del perro, y que contienen entre otras cosas unas hormonas llamadas feromonas. Recordemos que el olfato es el sentido más poderoso del perro. Pues bien, gracias a estas hormonas, el perro puede traducir ese olor en información (de ahí que también lleven a cabo el usual comportamiento de olerse el trasero).
Cuando el perro hace sus necesidades también deja información en las mismas y al rascar el suelo está dejando un mensaje a los siguientes perros: “yo he estado ahí y este soy yo”. Así, el siguiente perro que pase por ahí y vea las marcas se parará para descodificar esa información dejada por el compañero.
Interesante, ¿verdad? Nuestros perros no dejan de sorprendernos.
Sandra Ferrer. Creadora del Programa de Educación Canino "Cómo Educar a un Cachorro"
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