Y es que su cuerpo es una máquina avanzada que, cuando tiene carencia de nutrientes, le empuja a proveerse de estos de manera instintiva. Pero esto realmente no es beneficioso ya que los nutrientes sólo se consiguen a través de una buena alimentación.
Apunta cuáles son las prácticas más frecuentes y cómo puedes solucionar el problema.
¡Se está comiendo la pared!
Hay perros que sorprenden a sus amos dejando verdaderos agujeros en las paredes de casa. Aunque no lo creas, es un problema bastante frecuente, y cada vez lo es más por el ritmo de vida tan frenético que llevamos hoy en día.
Es de vital importancia ofrecer a nuestras mascotas una alimentación natural, sana y completa. De lo contrario, podrá sufrir carencias en nutrientes, vitaminas y minerales y tratará instintivamente de suplirlos comiendo otras cosas, como... paredes de yeso.
También el estrés que le provoca la separación de su amo durante un tiempo prolongado puede dar lugar a este comportamiento. Y es que será capaz de cualquier cosa con tal de matar el aburrimiento y llamar nuestra atención.
La hierba... ¿un manjar?
¿Sabías que el 80% de los perros comen hierba? Popularmente, siempre se ha dicho que es bueno que los perros coman hierba porque de esta manera se purgan. Pero no es del todo cierto, los motivos por los que lo hacen son los siguientes:
- Mala digestión. Si hay algo que está provocando una molestia en el estómago de nuestro perro, comerá hierba para forzar el vómito y eliminar este dolor.
- Falta de nutrientes. Una vez más, la falta de nutrientes puede provocar que el perro coma hierba de manera instintiva para paliar esta carencia.
Realmente no es nada preocupante siempre y cuando la hierba ingerida no contenga productos químicos nocivos o pesticidas que puedan poner en riesgo la salud de nuestro mejor amigo.
Comer heces, un mal muy común
Es, sin duda, la más desagradable de las costumbres caninas y una de las más extendidas. La coprofagia es el nombre técnico que se le da al consumo de excrementos por parte de un animal.
Respecto a las causas, puede ser debida a varios problemas médicos tales como la insuficiencia pancreática, la pancreatitis, las infecciones intestinales, el síndrome de malabsorción o el exceso de alimentos excesivamente grasos.
¿Cómo se solucionan estos problemas?
En los tres casos, la solución la encontramos a través de varias vías diferentes:
- Dando a nuestro perro la mejor alimentación. Natural, de calidad, completa y equilibrada. Asegurándole la ingesta de todos los nutrientes que necesita para su correcto desarrollo, reduciremos la posibilidades de que recurra a soluciones “poco ortodoxas” para paliar esta falta de nutrientes.
- Ejercitándole físicamente. Si jugamos con él, le paseamos y le hacemos correr, llegará cansado a casa, y con esto habremos conseguido reducir su estrés y aumentar sus horas de descanso. Recuerda: “perro cansado, perro feliz”.
- Educándole. Potencia los refuerzos positivos, prémiale cuando haga las cosas bien, por ejemplo, cuando muerda una pelota en lugar de la pared.
- Visitando al veterinario. Si este comportamiento persiste, lo más recomendable es que acudas al veterinario para que compruebe el estado de salud de tu perro y determine cómo hacer que este problema sea simplemente un episodio pasajero.