Es importante corregir este problema desde que los perros son cachorros ya que si cuando son adultos siguen haciéndolo, pueden desencadenar en enfermedades como la Giardiasis.
Esta peculiar costumbre la adquieren de su madre, ya que ésta, para mantener el entorno donde convive con sus cachorros limpio, se come las caquitas de sus pequeños (coprofagia materna). Los cachorros al ver a su madre haciendo esto, lo imitan.
Si tu perro come heces, es importante no reaccionar violentamente con el animal, ya que puedes causarle problemas de actitud a medida que va creciendo. Trata de retirar las heces y limpiar al perro con cuidado sin gritarle ni alterarte.
Para evitar que esto ocurra (ya que suele suceder cuando los perros tienen pocos meses de vida), es esencial que mantengas limpio el habitáculo donde hace sus necesidades.
Según un estudio realizado, la coprofagia es más común en los hogares donde viven varios perros. En las casas donde vive uno, solo el 20% tiene esta costumbre. Las hembras son más propensas a adquirir este hábito, y el 90% de los que comen heces no se comen las suyas, sino las de otros perros.
Este comportamiento se ve incentivado por la ansiedad o el estrés que pueden padecer los perros al sentirse solos o al echar de menos a su dueño. También (pero de forma menos usual) puede ser debido a que padezca alguna infección de páncreas que no le permite digerir los nutrientes. Si llevan tiempo sin ser alimentados, pueden comerse sus heces ya que huelen a comida. El olfato de los perros está más desarrollado que el de los humanos, dentro de las heces hay restos de carne y se sienten atraídos por ello.
La solución para que tu perro deje de comer heces es alimentar al animal con un buen pienso. Comprueba que sea de calidad, y que el perro está recibiendo todos los nutrientes necesarios para su correcto desarrollo. Una dieta ideal es la Dieta ACBA.
Pasea a tu mascota y asegúrate de que hace ejercicio, de esta forma tendrá suficientes estímulos mentales y no le invadirá el aburrimiento.
Un truco casero para que tu mejor amigo no coma excrementos consiste en darle trocitos de piña cortados en trozos muy pequeños y mezclados con su comida. Haz este truquito durante varios días seguidos, se cree que la piña altera el sabor de las heces del perro.
Lo que tienes que tener siempre presente es que debes ser paciente con tu mascota. Al principio puede que cueste quitarle esta fea costumbre, pero poco a poco irá aprendiendo y al final lo conseguirá. Sé perseverante y no te alteres con él. ¡Te aseguro que tarde o temprano dejará de hacerlo!