Ventajas de practicar doga
Vivimos en una sociedad de la prisa marcada por las ocupaciones constantes. Esta sociedad de la prisa también puede contagiar a los perros, y a veces ocurre que tu nivel de cansancio es tal que no puedes compartir tanto tiempo como te gustaría con tu mascota. Sin embargo, nacen fórmulas de inspiración para mantener un estilo de vida tranquilo y relajado. Este es el caso, por ejemplo, del yoga. Sin embargo, nace una nueva versión que puedes practicar con tu mascota: el doga.
¿En qué consiste esta técnica? En una dinámica muy similar al yoga en la que los perros no tienen que realizar las posturas frecuentes en este tipo de disciplina, simplemente, puedes relajarte con tu mascota haciéndole partícipe de esta vivencia. Son posturas en las que se tiene en cuenta la anatomía del ser humano pero también, la anatomía del perro.
Pese a que podamos considerar que solo las personas tenemos estrés, lo cierto es que los perros también lo sufren. Por esta razón, el doga es una fórmula para cuidar su estado de ánimo, mantener unos niveles de calma y serenidad y disfrutar del momento presente.
Esta práctica también es la excusa perfecta para crear un nuevo espacio en el que compartir momentos de relajación con la mascota, es decir, un entorno que potencia la promoción de la salud de un modo bidireccional: tú ganas pero tu perro también gana bienestar.
Uno de los aspectos que conviene considerar al practicar doga es el tamaño del animal ya que este factor influye en gran medida. Eso no signfiica que no se pueda realizar este ejercicio con un perro grande sino que hay que adaptar la disciplina a sus dimensiones.
¿Qué beneficios recibe el animal a partir de la práctica de doga? No solo recibe cariño, sino que además se siente calmado y establece un vínculo de mayor proximidad contigo. Se siente seguro en el presente.
A través de esta práctica del doga tú también puedes recibir numerosos beneficios. Por ejemplo, desarrollar una mayor conciencia del presente, entender que la vida es un aprendizaje en donde lo que de verdad importa es el ahora. Y tú puedes experimentar la fortuna de sentirte bien con tu mascota en este instante. Este estado de paz y serenidad también ayuda a fomentar mejores relaciones personales.
Esta práctica además también puedes adaptarla a las distintas estaciones del año. Por ejemplo, puedes practicar doga al aire libre gracias a las zonas verdes y espacios naturales que proyectan emociones propias de la alegría. En una sesión de doga no faltan ingredientes esenciales como el masaje, posturas corporales, ejercicios de relajación y realización de estiramientos.
A través de esta práctica, el perro aprende a relajarse cuando está en compañía de otras mascotas. De este modo, también fomenta su parte social. Además, desde el punto de vista corporal, también mejora su flexibilidad. ¡Todo son ventajas con el doga!
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