Lo primero, nada más llegar, es disfrazarse de hámster. Y pagar los 99 euros que cuesta la noche. Una vez hecho esto, se puede disfrutar de la rueda de dos metros de alto que tienen todas las habitaciones, dormir sobre montoncitos de heno, y comer comida de hámster.
Pero todo hay que decirlo: los que no quieran alimentarse a base de comida de hámster, podrán cocinarse lo que quieran en la cocina del hotel. Y además disfrutarán de un montón de comodidades: wifi, pantalla de plasma, y otros objetos que los roedores de a pie no suelen necesitar.
¿Te gustaría alojarte en el Hotel Villa Hamster?
Os dejo un vídeo para que veáis lo originales que son las habitaciones:
(Foto: Hámster hotel)