Así como los niños necesitan jugar para aprender y divertirse, los gatitos también necesitan esta actividad como parte de su educación. El juego de gatos les brinda la capacidad de relacionarse entre sí, con las personas y con otros animales. Les da seguridad y les permite adquirir las destrezas necesarias para ejercitar tareas vitales para la supervivencia en condiciones naturales, como son el acecho y la caza.
Los juegos de gatos se clasifican en dos tipos: los sociales, es decir, con otros integrantes de la familia, y los individuales. La actividad de juego social (con sus hermanos y su madre) comienza muy tempranamente, aproximadamente, a las cuatro semanas de edad coincidiendo con el inicio del destete y el desarrollo completo del olfato, vista y oído.
El juego social
El gatito tiene un desarrollo muy rápido, a las seis semanas comienza a cazar y a las ocho semanas la mayoría de las gatas destetan a sus cachorros definitivamente. Los juegos sociales representados por distintas actividades como saltar uno sobre otro, acecharse, perseguirse, etc. se van incrementando hasta los cuatro meses de edad, cuando comienzan a declinar coincidiendo con el rechazo de la madre y el paso a la vida solitaria que llevará el gato el resto de su existencia en condiciones naturales.
En este punto hay que recordar que cuando un gatito pasa a ser un animal de compañía es posible que se mantenga en un estado adolescente permanente, por lo cual estos juegos sociales pueden persistir el resto de su vida asociada a los humanos.
El juego individual
Los juegos individuales se inician a las seis semanas de edad y se desarrollan completamente a las ocho. Esta actividad va a mantenerse prácticamente durante toda la vida del gato adulto, sobre todo en el caso de aquéllos que viven en el interior de un apartamento y que no tienen la posibilidad de cazar de forma real.
Los juegos individuales en el gato se desarrollan con distintos objetos que, en general, reflejan la posibilidad de una cacería, por eso también fueron clasificados en cuatro tipos donde se simula:
- Cazar un ratón.
- Saltar para atrapar a un pájaro.
- Perseguir a un conejo.
- Sacar un pez del agua.
Con respecto a esto, es interesante el desarrollo que hacen algunos autores de este último caso: según las observaciones del comportamiento predador del gato, la forma de cazar o pescar un pez es agazaparse en la orilla del curso de agua y esperar la presencia de un pez; cuando éste aparece, el gato mete la zarpa en el agua, le clava las uñas y lo saca rápidamente tirándolo sobre su cabeza.
Los gatos suelen tirar objetos sobre su cabeza para practicar esta maniobra, que parece ser regida básicamente por la genética, por eso la utilizan en sus juegos aunque no tengan la experiencia de haber pescado anteriormente.
¿Por qué juegan los gatos?
Todavía no hay unanimidad de criterios sobre la razón por la que los gatos juegan. Parece ser que los juegos sociales de los cachorros pueden ser prácticas de acercamiento y control de la agresión entre los integrantes de la camada, con especial dedicación a la actividad sexual que vendrá unos meses más tarde, a partir de la pubertad.
Otra razón sería poner en práctica la coordinación y fuerza muscular para la futura actividad predatoria. Los juegos individuales, en cambio, están orientados exclusivamente a la predación, es decir, a practicar la forma de subsistencia de la especie. Resulta que todos los comportamientos asociados a los juegos individuales son bastante rígidos genéticamente, o sea, que si bien se pueden mejorar con la experiencia y el aprendizaje, la base genética es muy fuerte y se desarrollan igual instintivamente aunque nunca se haya tenido la experiencia real.
Por otro lado, está bien demostrado que la actividad de predación no tiene ninguna relación con la saciedad alimenticia, por eso el gato puede cazar, jugar a cazar, incluso después de haberse alimentado abundantemente. Algunos gatos juegan también con sus presas verdaderas como ratones o pájaros, a los cuales no matan inmediatamente, sino que liberan y vuelven a cazar durante un tiempo variable. Esta actividad podría tener varias explicaciones:
En principio se podría deber a un comportamiento cauteloso frente a presas grandes y peligrosas para el gato, por lo cual se aseguraría de disminuirlos físicamente para evitar lesiones. Otra explicación es que las madres necesitan llevar presas vivas pero atenuadas en su agresividad a sus crías para comenzar a educarlas en las prácticas de la predación y la muerte de la presa.
Recomendaciones prácticas
Un consejo importante, es que nunca se deben realizar juegos donde se estimule su agresividad, ya que puede terminar produciendo lesiones a las personas que viven en la casa, como niños o ancianos de la familia. Con los gatos es preferible jugar utilizando un juguete tipo presa (ratón, pájaro, etc.) para estimularlo: nunca hay que hacer que el gato atrape las manos, pies o tobillos, porque luego puede seguir haciéndolo aunque el propietario no esté jugando y acabar haciéndole daño.
Los juguetes deben ser de consistencia firme y de tamaño medio para que no sean ingeridos y hay que tener mucho cuidado con los hilos por la posibilidad de ingerirlos y convertirse en un cuerpo extraño lineal. En los gatos son muy utilizados los túneles y los árboles (rascadores con varios niveles), que llevan a lugares altos desde donde pueden controlar todo el ambiente.
El juego es una actividad imprescindible para el desarrollo emocional y del comportamiento, que aporta infinidad de beneficios. En el mercado hay multitud de accesorios para que los animales de compañía disfruten jugando solos o acompañados de sus propietarios.