El elefante fue herido con una flecha envenenada disparada por cazadores furtivos para arrebatarle sus preciosos colmillos de marfil.
La muerte generalmente les llega a estos animales días o semanas después de haberles inoculado el veneno, por lo que es lenta y dolorosa.
Pero gracias a los esfuerzos de los veterinarios del Fondo para la Vida Silvestre David Sheldrick se pudo salvar al elefante.