La compañía de los ferrocarriles de la India ha decidido reducir la velocidad de los trenes en el entorno del parque Gir, el principal santuario del león asiático, para evitar atropellos de los escasos ejemplares de esta especie.
Tomado de Terra.com
También los elefantes son víctimas de accidentes ferroviarios.
El Departamento de Bosques del estado de Gujarat, en el oeste del país, trabaja conjuntamente con la compañía estatal Western Railways para preservar estos animales amenazados, explica a Efe un responsable forestal, R.L. Meena.
Afortunadamente, "la población de la especie aumenta", ya que no hace muchos años estaba en riesgo de desaparecer, y este incremento supone más leones que merodean por la reserva y sus alrededores, que es donde surge el problema, comenta Meena.
Al menos cuatro de estos felinos han muerto atropellados por trenes en las áreas menos boscosas por las que cruza el ferrocarril en los alrededores del santuario, según este oficial del Departamento de Bosques.
Además de reducir la velocidad al paso por los puntos de mayor riesgo de atropello, los responsables de la conservación del león asiático en Gir solicitaron un cambio de horarios a Western Railways, la división para el oeste del país de la compañía estatal de ferrocarriles.
El objetivo es que los trenes de carga que pasan por la zona eviten el amanecer y el atardecer, cuando estos animales tienden a desplazarse, por lo que instruyen a los conductores de los convoyes, señala este responsable de Bosques.
Los conductores de los trenes conocen gracias a los expertos en conservación de los leones las horas en que estos felinos se suelen desplazar y por qué lugares lo hacen en busca de agua o de comida, por lo que evitan el paso en esos momentos y puntos concretos.
La reducción de velocidad y la modificación de horarios de los convoyes de mercancías son medidas paralelas a otras, como la instalación de vallas con alambres de espino por parte de los gestores de la reserva, para disuadir a estos animales de que crucen las vías.
Otra de las soluciones, a cargo en este caso de los ferrocarriles estatales, son los pasos subterráneos, para que los leones y otras especies se acostumbren a utilizarlos sin pasar sobre los raíles.
Un portavoz de la empresa, Pradeep Sharma, apunta que los trenes pasan "al mínimo" de velocidad por las zonas de riesgo, "todo con tal de evitar la colisión" con estos animales, que "en todo caso, si se produce, es fuera" de la reserva.
"Los conductores ya son advertidos de lo que tienen que hacer al pasar por allí, porque de lo que se trata es de garantizar la vida de los leones", declara Sharma a Efe.
Las muertes de algunos ejemplares se localiza principalmente en el distrito de Amreli, por donde se mueven adultos con crías.
El parque nacional Gir es el último reducto del león asiático en libertad, con una población que supera los cuatrocientos ejemplares, el doble que a principios de la década de 1970.
Al menos otros cien grandes gatos, como muchos les denominan coloquialmente, se mueven fuera del parque en este distrito, mientras que en zoos de distintos países, según datos de National Geographic, se calcula que quedan alrededor de doscientos más.
La reserva fue declarada zona protegida en 1965 ante el alarmante declive entonces de la población del león asiático en libertad y ocupa algo más de 1.400 kilómetros cuadrados, dedicados a preservar la especie, de nombre científico "Panthera leo persica".