Es en estos momentos cuando a todos los propietarios de mascotas caninas se plantean la gran pregunta ?qué hacer con nuestro perro en vacaciones? Una posibilidad es llevarlo de viaje con nosotros, pero ?podemos viajar con nuestro perro en todos los medios de transporte? Conocer en profundidad cada una de las opciones que tenemos nos ayudará a decidir cuál es la más adecuada tanto para él como para nosotros.
Sea cual sea la determinación a la que lleguemos con respecto a nuestras vacaciones, es recomendable que llevemos al veterinario a nuestro perro para someterle a un reconocimiento rutinario. Esto es importante porque el viaje de por sí conlleva un estrés que puede agravar cualquier padecimiento.
Viaje en coche
El automóvil es el medio de transporte más frecuente y sencillo para viajar con nuestro amigo. Una de sus grandes ventajas es que es posible parar cuando lo deseemos y, así, podremos pasearle, darle de beber y permitirle hacer sus necesidades.Aunque antes de nuestra partida no es recomendable que el can tome alimentos, sí es aconsejable que salga a pasear y beba agua. También es bueno que se habitúe al espacio que ocupará en el vehículo antes de que éste se ponga en marcha. Debemos ser conscientes de que el perro no sabe que es él quien se mueve y no las cosas que le rodean. Si tiene problemas de mareos, lo mejor será que consultemos esto con el veterinario, tal vez nos aconseje algún medicamento que le alivie.
Los perros nunca deben ir sueltos tanto en el interior como en el exterior de automóvil. El tamaño del animal será determinante para saber cual será su ubicación dentro de auto. En el caso de que sea de tamaño pequeño, podemos transportarlo en una de esas útiles cestas que podemos adquirir en cualquier tienda especializada.
Si el perro es de un tamaño considerable, deberá ir atado al asiento de atrás para evitar que acceda a la parte delantera del coche. Lo más recomendado en estos casos es instalar un rejilla que separe la parte delantera de la trasera.
Otra sugerencia es no mantener las ventanillas completamente abiertas. Esto es así porque, además de que el animal puede saltar, es perjudicial que el aire le dé directamente en la cara, puesto que puede provocarle una conjuntivitis, una infección en los oídos o tal vez una afección pulmonar.
Viaje en avión
Si nuestro perro se va a desplazar con nosotros en avión, lo primero que debemos hacer es descartar que tiene cualquier tipo de enfermedad ya que, en este caso, eliminaremos la idea de viajar en este medio de transporte. También habrá que renunciar al avión en caso de que el animal tenga una edad inferior a 12 semanas.Es evidente que, al solicitar el embarco de una mascota, las compañías aéreas nos solicitarán una serie de requisitos previos a su admisión. Algunas de estas cosas son la cartilla sanitaria y un certificado veterinario que verifique el estado de buena salud del animal expedido 10 días antes del despegue.
Nuestro amigo puede acompañarnos durante el viaje en el caso de que su peso sea inferior a 6 kilos. En tal caso, no podrá ser transportado en un transportín. También existe la restricción de que tan sólo dos perros pueden estar en la cabina del avión.
Si tiene un peso superior a 6 kilogramos viajará en la bodega del avión. En esta situación, deberá ser presentado en el terminal de carga dos horas antes de la salida del vuelo. En el caso de que el perro sobrepase los 45 kilogramos de peso, la compañía aérea no podrá asegurarnos que viaje en el mismo avión que nosotros.
En tren
Lo cierto es que la posibilidad de viajar en tren está bastante limitada. Si vamos en un tren de cercanías, se permitirá su subida a bordo en el caso de ser transportados en una cesta o similar. Al igual que ocurre con los trenes regionales en los que sólo son aceptados si van en cestas adecuadas. En los trenes de la Generelitat de Cataluña, los perros son admitidos si llevan bozal y correa.El admitir viajeros caninos en un coche cama, dependerá de si el acompañante que tengamos en el vagón nos da su consentimiento o no. Si él acepta, tan sólo tendremos que abonar una pequeña cantidad. Pero en el caso de que no se tenga compartimiento privado, el perro viajará en el furgón de equipajes al igual que en los trenes de alta velocidad.