Las dimensiones serán, como mínimo, suficientes para que el ave pueda extender por completo sus alas. Es necesario que nuestro loro tenga posibilidades de ejercitar sus alas dentro de la jaula, a fin de dar rienda suelta a su energía. Si no lo hace con ejercicio lo hará gritando, además del perjuicio que supone la falta de movilidad para su salud y equilibrio emocional.
Seguridad ante todo
La jaula debe ser de líneas limpias, sin adornos o artificios que puedan suponer un peligro para nuestro amigo emplumado. Las florituras en el forjado son altamente peligrosas y potenciales cepos en los que un loro se puede enganchar una pata, un ala, la cabeza, etc. El mejor adorno de una jaula es el ave que vive dentro de ella, de modo que huiremos de jaulas recargadas o con forjados decorativos, que puedan suponer algún peligro.Los barrotes tendrán el suficiente grosor y dureza para evitar que el loro pueda romperlos o doblarlos, y la distancia entre ellos no será nunca suficiente para que el animal pueda meter la cabeza o escapar. Es recomendable también que al menos uno de los laterales tenga los barrotes dispuestos horizontalmente para favorecer el ejercicio de escalada.
Las jaulas fabricadas con hierro o aleaciones férricas que no contengan metales pesados o potencialmente tóxicos son las más recomendables. Es aconsejable conocer el peso de la jaula que queremos adquirir ya que, a mayor cantidad de material, mayor robustez y calidad. La pintura será de fijación al horno, que no cuente en su composición con plomo o metales pesados, fatales para nuestras mascotas.
Accesorios de la jaula
Tenemos que fijarnos también en detalles como los cierres, siempre de seguridad y a ser posible, dobles, ya que los loros son aves inteligentes y mañosas que aprenden rápidamente a abrir pestillos demasiado simples. Los comederos deben de acero inoxidable o similar para que tengan una fácil limpieza y durabilidad. Y que cuenten con un sistema antivuelco efectivo.Es aconsejable que se pueda acceder a ellos desde el exterior mediante una puertecita especial. Piensa que, aunque tú no tengas ningún miedo o problema para meter la mano en la jaula para acceder a los comederos, es posible que a lo largo del tiempo puedas encontrarte con situaciones en las que sean otras personas menos acostumbradas a ellos los que se tengan que hacer cargo de su alimentación por un tiempo (vacaciones, enfermedades, viajes de trabajo, etc.).
También es bueno que la jaula tenga ruedas robustas para facilitar su traslado. Fíjate bien en la existencia de una rejilla que separe al loro de la bandeja del fondo, para que no tenga acceso a la suciedad. Busca una jaula con alerones que recojan los desperdicios, y con protecciones en los comederos que eviten las salpicaduras.
Es importante que la bandeja del fondo y la rejilla sean desmontables, para su fácil limpieza. También han de tener algún sistema de bloqueo para que el loro no pueda desplazarlas y convertir su casa en una trampa mortal. Por último, recuerda que cada jaula ha sido diseñada para un uso concreto. No utilices jaulas de interior como pajareras exteriores ni al contrario. Utiliza productos adecuados para la limpieza regular de la jaula.
Si sigues estas recomendaciones, tu mascota disfrutará durante muchos años de un espacio perfecto para su equilibrio físico y emocional, facilitando así una convivencia perfecta contigo y los tuyos.
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